sábado, 18 de julio de 2020

"Quería ser escritora, pero primero tenía que vivir".

Ayer me senté a desayunar en Valor, esa chocolatería con sede en la ciudad alicantina de Villajoyosa que tiene una bella playa de nudistas. En Madrid se encuentra junto a la librería La Central de la plaza de Callao. Al irme me fijé en el cartel del escaparate y me puse a pensar en el significado de la frase. La secular elección entre escribir o vivir es un asunto que me ha interesado siempre. Recuerdo las viejas discusiones con mis amigos de las Cuevas de Sésamo, que después se convirtieron en uno de los leitmotiv de mi novela "Vivir es ver pasar", 1997. Muriel Spark (Ediumburgo, 1918-Toscana, 2006), se casó en 1937 y se fue a vivir a Rhodesia (actual Zimbawe) donde tuvo un hijo; pero su matrimonio tan solo duró un año. Trabajó para la propaganda anti nazi en la Oficina de Extranjería británica. Se obsesionó con T. S. Eliot, el gran poeta del siglo XX, se convirtió al catolicismo en 1954 y se marchó a vivir a Italia en 1967. Fue nominada dos veces a los prestigiosos Premios Booker. Su última novela, "The Finishing School", fue publicada en 2004. Su obra más conocida, y la única que he leído de ella, se titula "La plenitud de la señorita Brodie" (1961), He visto las dos versiones cinematográficas que se han hecho de ella, la de 1969 protagonizada por Maggie Smith y la de 2003 con una libre adaptación titulada "La sonrisa de Mona Lisa", con Julia Roberts. En la década de los 30, la señorita Jean Brodie es maestra en una escuela femenina de Edimburgo. Entre sus alumnas, selecciona cada año a un grupo de niñas distintas a las que inculca sus ideas morales y estéticas con el propósito de evitarles un futuro de rutina y de vulgaridad. Pero sus métodos pedagógicos entrarán en conflicto con las convenciones sociales, a la vez que derivarán hacia una manipulación de la mentalidad de su grupo selecto de alumnas.

Pensando en todo esto, mientras me tomo el primer café de la mañana, me están dando ganas de subirme al coche e irme a la playa de Villajoyosa a pasar el día.

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