viernes, 3 de julio de 2020

"La vida es una comedia escrita por un humorista sádico".

Como he escrito otras veces, esta frase podían haberla dicho Shakespeare en "Macbeth" y Faulkner en "El ruido y la furia", pero la dice un personaje de la película "Café Society", dirigida por Woody Allen. Y en sus películas puede haber mucho ruido, pero nunca habrá "furia". Tampoco las cuenta un idiota, precisamente.

Siempre que quiero ver una película con diálogos inteligentes lo tengo fácil, pienso en Woody Allen. Ayer pusieron en el canal Sundance "Café Society", (2016), con la magnífica Kristen Stewart y Jesse Eisenberg, un actor al que conocí interpretando a Mark Zuckerberg en "La red social" (2010), de David Fincher, una estimable película, como todo el cine de este director. La vi en los Princesa cuando se estrenó y recordaba uno de los finales más tristes y a la vez hermosos del cine de Allen. Escribir Woody Allen es referirse a uno de los escasos artistas geniales de la comedia de los siglos XX y XXI, como Chaplin y Groucho Marx. Confieso que, por ahora, no me atrae demasiado leer su "Autobiografía", recientemente publicada. Cuando quiero saber algo de un artista, escritor, pintor, músico o similar, estudio su obra. Como decía Hitchcock para referirse al macguffin, a un pintor no le interesa saber si las manzanas de su bodegón están dulces o agrias. Una de las cosas que más me gustan del cine de Allen, además de su inteligencia, es que no moraliza, como le encanta hacer a tanta gente. Es como si algunas personas siempre necesitaran tener enemigos para sentirse cómodos consigo mismos, y para justificarse. Son aquellos que escriben o actúan "contra" los demás. Como los artistas imperecederos, Allen no toma partido y se limita a mostrar a sus personajes como son. Es lo que ocurre con la película, una historia de amor y desamor donde un señor con más de 80 años y una maravillosa vitalidad continúa reflexionando a través de una serie de personajes redondos y bien desarrollados sobre religión, el cine dentro del cine y su época dorada, y el poder y el dinero. La fotografía de Vittorio Storaro también pone mucho de su parte. 

Y está la música de jazz de la película, con sus 15 temas, lo que demuestra el buen gusto de Woody Allen:

https://www.youtube.com/watch…

¿Cómo no voy a ser feliz viendo las películas de Woody Allen y llevando la vida que quiero llevar?




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