jueves, 19 de noviembre de 2020

"Los 40.000 invisibles".

Hace años colaboré con Cáritas en un informe sobre la pobreza en España a partir de un proyecto de investigación que dirigía en mi Universidad, y aprendí y entendí muchas cosas, como me ocurre cada vez que decido estudiar algo. Habitualmente, procuro olvidarme del ruido que hay alrededor, en los medios de comunicación tradicionales y en los menos tradicionales, en los estamentos económicos, políticos y culturales por donde me muevo, y por parte de los que lo saben todo de todo y se pasan el día dando lecciones. Si no lo consigo es por limitaciones de mi propia mente. Tengo un cerebro para pensar, para aprender, para ser. 
 
Lo que no tengo son soluciones a corto plazo.
 
Ayer hablé a mis alumnos del último informe presentado por Cáritas a finales del mes pasado: "Las personas en situación de sin hogar acompañadas por Cáritas. Contexto en 2019 y durante el estado de alarma y la COVID-19". Cáritas estima que unas 40.000 personas viven en la calle en España, una cifra superior a la oficial de las 33.000 identificadas en 2015. Y no se refieren a emigrantes ni personas irregulares y sin papeles.
 
Mientras escribo este texto, escucho una canción del médico y músico Pedro Sosa (Isla Cristina, Huelva, 1975), "El sueño de la esperanza". Y me voy a clase intentando abrir las ventanas lo más posible, sobre todo en mi mente:
 
 
"Habrá que abrir las ventanas
para asomarse a la playa
y hacer una red de lazos,
y un puente brazo con brazo
para que vengan y vayan.
 
Habrá que abrir las cancelas
para acercarse a la playa,
a ver si así se nos callan
los gritos por los oídos
de tanto niño perdido...
 
A ver si Europa se entera
que no hay quien ponga barreras
al sueño de la esperanza,
que el alma se aferra a un sueño
y el sueño mueve las barcas.
 
Para vivir de rodillas,
mejor morir en el agua.
Ahogarse en la pena hiere
y deja llagas que sangran.
 Mejor ahogarse en las olas,
las olas no dejan marcas.
 
Habrá que abrir las ventanas
para asomarse a la playa
y hacer una red de lazos,
y un puente brazo con brazo
para que vengan y vayan.
 
Habrá que abrir las cancelas
para correr a la playa,
a ver si así se nos hiela
la sangre por la garganta
de tanto dolor que espanta...
 
A ver si Europa se entera
que no hay quien ponga barreras
al sueño de la esperanza,
que el alma se aferra a un sueño
y el sueño mueve las barcas.
 
Para vivir de rodillas,
mejor morir en el agua.
Ahogarse en la pena hiere
y deja llagas que sangran.
Mejor ahogarse en las olas,
las olas no dejan marcas".
 

 
What do you want to do ?
New mail

No hay comentarios:

Publicar un comentario