miércoles, 9 de diciembre de 2020

"Retrato de gata tinerfeña con libros y cuadro abstracto, mientras pienso en Cézanne y escucho a Debussy".

Ya sabemos que Cézanne es el padre de la modernidad al concebir un nuevo enfoque del espacio, y romper con las reglas tradicionales de la perspectiva (a veces sus objetos se ven desde arriba y otras de frente). "Voy a hacer una revolución en París con una manzana", se convirtió en una de sus frases más célebres. Ayer pensé en ello mientras observaba a Ana sentada ricamente en los libros situados sobre un viejo tocadiscos y debajo de un cuadro abstracto. Una vez realicé un curso para estudiar, exclusivamente, la obra de Cézanne, al que ya no le interesaba reproducir con fidelidad el aspecto de las cosas, es decir, "copiar" la naturaleza, sino buscar algo más, mirar y ver de manera distinta. Simplificó y redujo la naturaleza a las formas geométricas sin respetar las reglas de la perspectiva tradicional y el color. Tal vez por ello Picasso pintó su primer cuadro cubista, "Las señoritas de Avignon" (1907), veinte años después de "La montaña Sainte-Victoire vista desde Bellevu", de Cézanne, tras estudiar a lo largo de un año su obra y hacer 800 bocetos. 
 
Para él, Cézanne era su único maestro.
 
Mientras observaba a Ana escuché el primer libro de los "Preludios" de Debussy, que escribió en 1909/10. Con ellos quería "evocar" más que "describir", a través de armonías complejas y poéticas. "Voiles" sugiere la delicada ondulación del mar, mientras que "Des pas sur la neige" nos pone en presencia de un paisaje sonoro lleno de soledad y silencio. "Les Collines d'Anacapri" nos lleva a las costas de la Italia mediterránea y "La Sérénade interruptionue" recuerda a España. Y hay poesía francesa. "Le Vent dans la plaine" se refiere al "Ariettes olvidado" de Verlaine y "Los sonidos y los perfumes giran en el aire de la tarde" extrae su título de "Evening Harmony", de Baudelaire. También se encuentran referencias a Shakespeare en "La danza de Puck".
 
Todo esto me pasa por irme al Palacio Nacional de Cultura de Sofía en Bulgaria y escuchar al piano a una espléndida y jovencísima Lili Bogdanova: 
 
 
Y pensé de qué forma nos enriquece la "visión" de ciertos artistas, al tiempo que nos hace tomar conciencia de que nosotros también podemos modificar la realidad. Es necesario adquirir conciencia de otra realidad -la esencia de las cosas- y descubrir que tal esencia depende del universo interior del ser humano.
 

 
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