domingo, 20 de diciembre de 2020

"El poder de seducción de los escritores".

Me tomo el primer café de esta mañana casi de invierno que voy a pasarme haciendo exámenes y observo las fotos que saqué ayer en el barrio, el mismo donde vivieron y murieron Galdós y Pardo Bazán. Como sabemos, este 2020 es el centenario de la muerte de él y el que viene lo será de ella. A pesar de su enorme discreción y de que entonces no existían Internet, las redes sociales, la prensa rosa y el Hola, se sabe que en la vida de Galdós hubo bastantes mujeres. Era tímido, enamoradizo y seductor, y en su época ya se le consideraba el mayor escritor de España. Supongo que ese poder de seducción vendría motivado por este hecho, como suele ocurrir con todos los escritores y artistas. El caso es que la asturiana Lorenza Cobián fue modelo de varios pintores, lo conoció en Santander y se convirtió, paradójicamente, en el modelo de Fortunata. De esta relación nació María, la única hija de la que se tiene noticia y que terminó viviendo con él hasta su muerte. Emilia Pardo Bazán fue su gran amor hasta que ella vivió una aventura con Lázaro Galdiano. Esta historia real la reflejó Galdós en dos de sus novelas, "La incógnita" y "Realidad", y ella en "Insolación", todas de 1889. Su relación se mantuvo el resto de su vida, aunque imagino que más intelectual que física. La actriz Concha (Ruth) Morel fue el modelo de Tristana y Electra, a pesar de que se llevaban 21 años. Teodosia Gandarias supuso un amor largo y sereno, y quizá se quedara embarazada de un Galdós de más de 60 años. Habría que citar igualmente a la actriz Carmen Cobeña, la narradora y poeta Sofía Casanova, la actriz Anna Judic, la cantante Marcella Sembrich, la artista Elisa Cobun y la también actriz Concha Catalá.
 
Pardo Bazán, además de su historia con Lázaro Galdiano y Galdós, fue amante de Blasco Ibáñez, entre otros. Había heredado de su padre el título de condesa. Como ella misma escribió, a los 17 años se vistió de largo, se casó y estalló la "Gloriosa" del 68. Su marido, José Quiroga, no la entendía demasiado. Se separaron y él la acusó ante la Iglesia de ser "naturalista", como si fuera un gravísimo delito. Obviamente, es el movimiento literario que conoció en París junto a Émile Zola. Intentó ingresar en la RAE, pero no pudo lograrlo. En los últimos años, se hizo "radical feminista", según sus propias palabras que he leído por alguna parte, y dirigió una colección de libros, la "Biblioteca de la Mujer" donde publicó a escritores como María de Zayas, sor María de Ágreda, Luis Vives y Stuart Mill.
 
Estas últimas semanas se está hablando, en el mundillo literario, de la publicación de las cartas que se enviaron Galdós y Pardo Bazán, pero la verdad es que no me interesan especialmente. En mi opinión lo relevante de un escritor y artista en general es su obra, y como mucho la relación que pudo existir con la propia vida, como ocurre con los personajes de Galdós y Pardo Bazán. También me apetece pensar en las calles que separaban las casas de ambos en Hilarión Eslava y Princesa, la de veces que las recorrieron juntos (algo que hago yo continuamente) para hablar de la vida, de política, el papel de la mujer y el proceso creativo de sus obras.
 
En este barrio han vivido muchos escritores, Neruda, Sampedro, García Hortelano, Rosales, Olmo, Pombo (que sigue vivo) y hasta un tal Sotelo.
 
A lo mejor algún día me ponen una placa en la pared y me sacan en el Hola, jeje.
 



 
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