Ayer me saqué otra fotografía con dos grupos más de alumnos en la Universidad. Como dijo uno de los chicos esperemos que todo esto pase pronto, vivamos ya una vida normal y no tengamos que llevar mascarilla. Lo que sigue siendo normal es nuestro comportamiento como personas que piensan y sienten. Por eso mismo con el grupo de 3º de la primera foto mantuvimos un debate interesante sobre si se están perdiendo o no ciertos valores que nos definen realmente como humanos y nos dejamos llevar por la ambición desmesurada y la búsqueda del poder y el dinero a cualquier precio. Es un placer el hecho de hablar con jóvenes de 20 años, y sobre todo aprender de ellos. Es una de las razones por las que doy clase, para aprender de mis alumnos, y estudiar su comportamiento y su manera de ser y comportarse. Otro de los motivos es que me permite seguir siendo un escritor que intenta entender el mundo. Si no fuera así, ¿de qué iba a escribir? Por eso me gusta que mis alumnos me digan que es el cumpleaños de alguno de ellos, como ocurrió ayer con el grupo de 2º de la segunda foto. Antes de empezar la clase le cantamos el "cumpleaños feliz", como hacemos otras veces, incluso como lo hacen conmigo. Obviamente, mucha gente está sufriendo en estos momentos en el mundo, pero también es cierto que en el instante en que me tomo el primer café del día y escribo estas palabras está naciendo un niño. Va por ese niño:
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