En los últimos meses Pepo ha estado escribiendo un libro sobre los jardines de Madrid y una novela, y publicando libros en su editorial Bartleby. Si no nos veíamos, me telefoneaba para hablarme de sus paseos por los parques de esta ciudad, y lo bien que se lo pasaba después de descubrir rincones que no había pisado nunca. Hoy voy al Capricho o al Museo Lázaro Galdiano, me decía. Quiero visitar el jardín romántico de la Plaza de la Paja o el patio de la casa de Lope de Vega. Ayer presentó el libro en la biblioteca del Retiro, "Jardines de Madrid. Acuarelas de viaje", editado por Anaya Touring, y donde el pintor Pablo Rubén López Sanz ha dibujado las acualeras (en la segunda foto se le ve haciendo una acuarela del estanque a lo largo de la presentación). Son los jardines de Madrid que disfrutaron los reyes y los aristócratas y que hoy todo el mundo puede visitar. Me encontré a la hija de Pepo, ya hecha toda una señorita, Silvia López y Almudena Mestre.
Siento no haber estado firmando el sábado por la tarde en la caseta de su editorial, precisamente, pero son cosas que pasan en la vida. No obstante, agradezco a las personas que se pasaron por allí para preguntar por mí, conocerme y saludarme.
Amanece el lunes caluroso y me tomo un café escuchando a uno de los grupos preferidos de Pepo. Esta canción también me gusta a mí, pues me lleva a Conrad y "El corazón de las tinieblas", a Coppola y Brando en "Apocalypse Now", es decir, a la literatura y al cine con letras de oro:
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