Este próximo sábado 11, de 19 a 21 h, estaré firmando en la caseta 213 de Bartleby Editores. Mis libros también estarán en la 141 de la editorial Huso ("Poeta en Madrid", 2021), así como en la caseta 296 de Huerga y Fierro (en particular, el ensayo que Almudena Mestre publicó en 2019 sobre mi obra de literatura y que se llevó la reina el día de la inauguración).
Hablando de otras ferias de los últimos años, pongo por aquí varias fotos que andan por Internet, mientras me tomo un café y escucho una música literaria, de las más perfectas de Chaikovski, la historia de "amor inmortal" de Paolo y Francesca en el Segundo Círculo del Infierno de Dante.
El poema sinfónico "Francesca de Ramini", Opus 32, se estrenó en Moscú en 1877 bajo la dirección de Nicolai Rubinstein. Chaikovski se inspiró en el grabado del "Infierno" de Gustave Doré que visitan Dante y Virgilio. En el prefacio de la partitura Francesca, enamorada de Paolo, entra en el infierno en dieciséis compases, con armonías cromáticas cargadas de amenazas, de superposiciones rítmicas, de células sincopadas. Es la melancolía de los clarinetes, el címbalo, el bombo y los violines. Los tensos efectos sonoros entonan el pasaje donde Geovanni descubre a su esposa, Francesca, en brazos de su hermano Paolo y los apuñala. Los sonidos de las cuerdas, timbales y fagot dan cuenta de "La puerta del infierno" (de horrible grito, de dolor profundo), de Francesca relatando su amor por Paolo (mayor dolor no existe / que el feliz tiempo... / y este lo sabe, en la miseria triste) y del Final con la unión de las almas de Paolo y Francesca. En cada sección se siente el deseo apasionado, la intensidad ardiente, el climax, las emociones, las tensiones, las canciones de amor. Qué otra cosa sino algo así es el amor inmortal a través de la música del Romanticismo.
La versión del joven director finlandés Santtu-Matias_Rouvali es de este mes de marzo en Londres, y me parece espléndida:
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