Me importa un pito que me den premios. No me creo ninguno y no me creo a los jurados. ¿Saben más literatura que yo? Tampoco voy a entrar en cuestiones económicas y de poder porque me aburro. Y me importa un pito ganar dinero con los libros. Lo que me importa realmente es intentar escribir bien, y decidirme a publicar un libro cuando estoy seguro de que es lo mejor que puedo escribir en cada momento después de "analizar" y "estudiar" las grandes obras de la literatura que me han precedido. Lo más hermoso es tener lectoras como la gallega /leonesa Cristina Cisneros Luaces. Los comentarios que recibo en las redes sociales son inteligentes y muy cariñosos, como este de ayer de Cristina. ¿Qué otra cosa necesita un escritor que se precie que a lectoras sensibles e inteligentes, como nos dijo en cierta ocasión José Luis Sampedro en una de mis tertulias literarias cuando la hacía en la Sala de Juntas de la Universidad San Pablo?
"Buenos días.
Cuántas preguntas (alude a las que lancé en el video de ayer).
Yo me pregunto, por qué no te habré conocido antes.
Has dado un giro a mi vida de 360 grados.
Cuántas cosas he aprendido contigo y las que me quedan...
Como tú dices, siempre nos quedará París".
Y también ayer Charo Alonso Panero me regaló un bonito collage con mis "Cuentos de los viernes" en París (lo hizo desde Tenerife). Antes yo me había sacado esta fotografía con Picasso. ¿Se me ve detrás de él o dentro de él? Lo que más me gusta de los museos de Picasso en París y Barcelona (el de Málaga aún no lo conozco) es sentarme a leer y a escribir en sus cafeterías, escuchar el rumor de las fuentes cercanas y respirar el espíritu creativo de sus obras. Por supuesto, no me interesa el dinero que dan los políticos en estos sitios porque el arte también es otra cosa.
Ahora me tomo el primer café de este último domingo de abril y se unen en mi mente Cristina, Charo, Picasso, Audrey Hepburn, Fred Astaire y la literatura:
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