jueves, 13 de abril de 2023

"¿Nos damos un beso?"

Hace unos minutos he escuchado en la radio que hoy se celebra el "Día internacional del beso", lo que me ha sacado una sonrisa. Ayer me decían unas alumnas que siempre veo el "vaso lleno"; no medio lleno por contraste a que esté medio vacío, sino rebosante de agua. Un rato antes había comido con mis amigos de siempre, y uno de ellos, Juan Manuel, un profesor tan melómano como yo, me regaló una vieja edición de un libro de Espasa-Calpe sobre Anton Bruckner que había encontrado en su casa y le había recordado a mí. Así que decidió regalármelo, pensando que me gustaría tenerlo. Dejé a mis amigos en los postres y me fui caminando a la Universidad. Al pasar junto al enorme busto de nuestro premio Nobel de literatura Vicente Aleixandre, coloqué el libro en el pedestal y saqué la fotografía. Las sinfonías de Bruckner me gustan tanto como las de Mahler, que le debe mucho, como se lo debe a Mozart, Beethoven, Wagner o Hans Rott. De vuelta a casa escuché la Sexta de Bruckner, una de mis preferidas, a la vez que recordaba un poema de Aleixandre.
 
"Quien hace vive".
 
"La memoria de un hombre está en sus besos.
Pero nunca es verdad memoria extinta.
Contar la vida por los besos dados
no es alegre. Pero más triste es darlos sin memoria.
Por lo que un hombre hizo cuenta el tiempo.
Hacer es vivir más, o haber vivido,
o ir a vivir. Quien muere vive, y dura".
 
("Poemas de la consumación", 1968).
 
Esta es la sinfonía de Bruckner, una música que me gusta escuchar en el coche, a todo volumen, con las ventanillas abiertas, como si formara parte del viento:
 
Tomo el libro sobre Bruckner antes de publicar este post y me llevo una sorpresa. En su interior me encuentro la factura de una comida del año 1991 en Casa Manolo, precisamente el lugar donde ahora hago mis tertulias, en la calle Princesa. Es la mesa número 12 para 2 comensales. El precio fueron 5330 pesetas. Trato de imaginarme la escena de la comida; se supone que soy escritor las 24 horas del día.
 
Siempre he pensado que la vida debe llenarse de cosas pequeñas, y de besos, en la boca, en la frente, en el cuello.
 

 

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