domingo, 28 de noviembre de 2021

"A propósito del artista Santiago Martínez Sáenz y la creatividad".

La primera fotografía es de Santiago hablando el lunes pasado en la presentación con público de mi novela "Poeta en Madrid". Entonces le pedí que comentara algo sobre el "acto creativo" y de qué forma estaba viviendo esta pandemia, cómo estaba afectando a su obra. La segunda foto es unos pocos años atrás en una tertulia literaria en "Puro Teatro". La tercera es de hace 6 o 7 años en la terraza del Café Comercial, precisamente, donde he quedado tantas veces con él. 
 
Cuando nos conocimos en la Universidad, en un jurado de premios hace 25 años, Santiago ya había levantado edificios importantes en este país como arquitecto y celebrado muchas exposiciones como pintor. Toda su vida ha sido profesor de dibujo técnico en la Escuela de Arquitectura de Madrid y nuestra arquitecta y nueva tertuliana María José Muñoz Spínola se colaba en sus clases para escucharle. Le hablé de literatura, de que quería que me ayudara en la dirección de la tertulia y casi se le saltan las lágrimas de alegría. Un rasgo del artista es la curiosidad y quizá por ello empezó a leer mi obra con interés. Llegó a apuntarse a un taller literario para "poder seguirme en las tertulias", como ha repetido más de una vez. Seamos artistas o no, uno de los secretos de la felicidad es no perder la curiosidad y mantener las ganas de crear. 
 
Santiago y yo hemos pasado muchas cosas juntos, incluso algunas enfermedades y visitas a hospitales. No nos veíamos desde hacía varios meses porque no le apetece seguir las tertulias literarias por Zoom. Santiago es de los de "mirar" a la gente a los ojos, con esos ojos azules que tiene. "Ayer me dijo mi mujer que nos fuéramos a pasear por el centro de Madrid, me comentó esa última vez, y yo le dije que mejor otro día porque deseaba pintar, necesitaba pintar, pero no pude hacerlo". En alguien tan sensible como él, los sucesos "exteriores" que estamos viviendo afectan duramente a su mundo "interior". Se refugia en la pintura y en las "conversaciones" consigo mismo. En su opinión la arquitectura pasa por unos momentos de estancamiento creativo, ya que aún no se ha recuperado de la crisis del año 2008; en cambio en la pintura observa cierto movimiento por descubrir y elaborar nuevas formas. 
 
Este lunes pasado nos dijo que las ganas de continuar pintando, de sentarse cada mañana ante un lienzo o un grabado son las que le dan fuerzas. Supongo que es la misma fuerza, la misma curiosidad, la misma creatividad que llevaron a un sordo a escribir esto:
 

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