El otro día paseaba por la calle Barquillo cuando me detuve delante de una tienda de ropa y saqué esta foto porque me hizo gracia el rótulo del espejo. Acababa de leer el gracioso poema que me había dedicado el poeta de Zaragoza Miguel Ángel Yusta, que además de amigo es miembro de la tertulia del Café Gijón.
"Don Juan las volvía locas
robando su corazón,
pero Justo las seduce
bebiendo Möet Chandon.
Hoy los tiempos han cambiado,
ya no sirve un fanfarrón,
música y literatura
causan grande seducción
si don Juan es, como Justo,
guapo, culto y profesor".
Después de releer el poema, me dan ganas de ponerme a bailar un tango, y, como salgo doble en la fotografía, creo que me merezco dos bonitos besos de regalo:
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