En "Delitos y faltas" (1989), el personaje de Woody Allen confesaba al de Mia Farrow: "Es la única película que tengo. La veo cada dos meses para mantenerme de buen humor. La pasan a menudo por la televisión. Es maravillosa". Anoche la pasaron de nuevo por la 2, y volví a verla. Solo un par de horas antes mi catedrático de literatura Javier Del Prado Biezma me envió un Wasap para decirme que se encontraba algo indispuesto y a lo mejor no podía conectarse a la tertulia del Café Gijón. Luego hablamos por teléfono y nos reímos mucho porque se encontraba mejor.
En esa fotografía estamos en la Feria del Libro de Madrid de este pasado mes de septiembre. Aquella tarde no llovió, pero de haberlo hecho estoy seguro de que nos hubiéramos puesto a cantar bajo a lluvia, porque es tan gamberro como yo:
"Cantando bajo la lluvia" (1952) es un canto a la alegría de vivir, a la libertad artística y al ingenio creador.
Buenos días:
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