sábado, 5 de enero de 2019

"Roma", del director mexicano Alfonso Cuarón.

Esta película es el cine. Los títulos de crédito aparecen sobre el suelo de entrada de una casa. El agua cae sobre las baldosas, antes de perderse por el sumidero. El efecto óptico provoca la aparición del cielo reflejado en el suelo. Un avión atraviesa ese cielo.

En las siguientes dos horas los ojos de Cleo nos contarán cosas de la vida cotidiana de una familia de clase media alta que vive en Roma, una colonia de la capital. Son cuatro hermanos pequeños, la madre, la abuela y un padre médico que los abandona. Cleo es la nana ficticia y a la vez real (se llama Liboria) que cuidó a Cuarón cuando era niño. Lo que hace que esta película no sea de "autoficción" es el hecho de que los recuerdos del director se enfrentan a los de su cuidadora, y no coinciden. Y ahí empieza el arte, ya sea en cine o literatura.

Cleo es Yalitza Aparicio, una profesora de 25 años de origen mixteco, que nunca había sido actriz. Resulta enriquecedor escuchar los diálogos en su lengua con su hermana (por supuesto hay que ver la película en el cine, con subtítulos). Sin embargo, lo demoledor de esta historia es constatar que apenas sabemos nada de lo que nos rodea. Los acontecimientos suceden ante los ojos de Cleo, como nos ocurre a los espectadores mientras vemos la película, pero ella no acierta a comprenderlos del todo (la separación del matrimonio, la frialdad de los hijos mayores con ella, un fuego que se inicia en un bosque, un doloroso parto, la matanza del Jueves Santo del año 1971 perpetrada por el grupo militar 'Los Halcones', responsable de la muerte de 120 personas en una manifestación de estudiantes). Solo empezamos a entender cuando participamos directamente en la vida, algo que ocurre en la película en el instante en que Cleo salva a dos de los niños de morir en el mar (es el cartel de la película).

Al final la madre se pone a trabajar en una editorial y el avión vuelve a atravesar la pantalla mientras Cleo sube a la terraza para tender la ropa. Ya forma parte de la familia, y Cuarón lo sabe.

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