Se habla tanto de que mantengamos la distancia de seguridad, de que los
otros estén lejos para que no nos contaminen (por cierto, qué palabra
más ofensiva), de que el mundo que nos espera vendrá sin besos y sin
abrazos. Sin caricias. Ayer vi por la calle a varias parejas de la mano,
sobre todo del mismo sexo (era en el barrio de Chueca, uno de los que
más me gustan de Madrid) y me acordé del detalle de la Capilla Sixtina
de Miguel Ángel. Una de las asignaturas obligatorias de la carrera de
literatura que hice en su día fue la "Biblia", y no he olvidado la
manera culta y entretenida en que nos la explicó el profesor, Francisco
Javier Fernández Vallina, como este instante del Antiguo Testamento.
Joyce, Faulkner y Borges, entre otros escritores de todas las épocas, no
hubieran escrito nada interesante y complejo de haber desconocido esta
obra. Dejando aparte el contenido espiritual y religioso, observo mucha
literatura en esos dos planos de la realidad de la fotografía, el
derecho, con Dios, y el izquierdo, con un Adán acostado y muy lánguido.
Entre los dos planos se encuentra la imagen central que le otorga el
poder enigmático al fresco, la escena de las manos de ambos personajes
hacia el encuentro del otro para situarse en un mismo plano en el que
casi se tocan las puntas de sus dedos índices. El suspenso que crea ese
espacio mínimo entre los dos seres supone la alegoría perfecta del
origen del ser humano, a través de la búsqueda de lo divino. Al llegar
de paseo a casa por la noche me dediqué a ver una película que he visto
infinidad de veces, supongo que como todo el mundo, y que nos cuenta un
triángulo amoroso, heterosexual, homosexual e incluso espiritual, en
tiempos de Jesús, y con una carrera de caballos tan inolvidable como
compleja. Es una película que ha influido en la mayoría de los
directores americanos de la década de los 70 en adelante. Cuando yo era
un adolescente se repuso en los cines Conde Duque, y la vi varias veces
con mis padres.
La música se acerca a una sinfonía:
https://www.youtube.com/watch?v=fmoWJ4R8c-E
No, no quiero un mundo sin caricias y música, sin errores y equivocaciones. Un mundo sin seres humanos.
https://www.youtube.com/watch?v=fmoWJ4R8c-E
No, no quiero un mundo sin caricias y música, sin errores y equivocaciones. Un mundo sin seres humanos.
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