Acabo de darme
un larguísimo paseo de tres horas por el centro de Madrid. Como solo se
puede estar una hora, diré que mi hora siempre vale por tres, ya que
para eso soy escritor y puedo utilizar las metáforas como quiera. En ese
tiempo me he cruzado con tres ex alumnas, una antigua amiga a la que no
veía desde hacía bastantes años y al escritor Ángel Rupérez, que fue mi
profesor de la asignatura de "Poesía contemporánea" en la Complutense
y finalista del Premio Nacional de Poesía el año 1992. Con el paso del
tiempo nos hicimos amigos, ha estado varias veces en mi tertulia y he
presentado dos de sus libros. A dos metros de distancia nos hemos estado
contando unas cuantas cosas personales y además me ha dicho que en
febrero sacó en Alianza una antología de las cartas de Keats, uno de los
grandes poetas del Romanticismo (Londres, 1795-Roma, 1821), pero no ha
podido mover el libro, claro. Me ha contado que en esas cartas se pone
de manifiesto cómo Keats dejó la medicina para ser solo poeta. Huérfano
de padre desde niño y de madre desde los quince años, trabajó como
aprendiz de cirujano y luego estudió Medicina en Londres (se graduó en
Farmacia). Su base cultural era sólida. Sus lecturas juveniles de
Virgilio le otorgaron una formación clásica, pero quien más le influyó
fue su admirado Edmund Spenser. Pese al escaso éxito que tuvo, la
publicación en 1817 de su primera obra, "Poems", sirvió para animarle a
dedicarse con exclusividad a la literatura. Su siguiente libro,
"Endymion" (1818), fue duramente recibido por la crítica, lo que le
produjo una depresión que agravó su tuberculosis, enfermedad que lo
acompañaría hasta la muerte. Mientras convalecía en casa de un amigo se
enamoró de Fanny Brawne, quien le inspiró sus mejores versos, recogidos
en el volumen "Lamia, Isabella, The Eve of St. Agnes and Other Poems"
(1820). Y en este mismo año embarcó rumbo a Nápoles para intentar
recuperarse, pero unos meses más tarde murió en Roma, donde fue
enterrado en el cementerio protestante bajo el siguiente epitafio: "Aquí
yace alguien cuyo nombre se escribió en el agua".
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