Hace poco comenté que una
canción de los 60, "La tendresse" (la ternura), había sido elegida en
Francia para hacer más llevadero el confinamiento en este país. Mencioné
también el interés que suelen demostrar los franceses a la hora de
cultivar la sensibilidad y el buen gusto. Este tiempo tan extraño pasará
pronto, estoy convencido de ello, pero quedarán la sensibilidad, la
creatividad y la inteligencia que está demostrando tanta gente en el
mundo. Como al escuchar la voz de una
joven extremeña, María Rodríguez Velasco, mientras recitaba el pasado 11
de mayo, con un perfecto fraseo, uno de sus poemas sin título para el
Taller de Teatro de Pinto, un lugar situado al sur de Madrid, con la
canción de "la tendresse" como música de fondo. Y me digo entonces que
el "sur" seguirá existiendo mientras haya poesía, como la de la película
de Víctor Erice (la obra maestra inacabada del cine español) y la voz
de María. Con tan solo tres películas, "El espíritu de la colmena"
(1973), "El sur" (1983) y "El sol del membrillo" (1992), Erice se
convirtió en el único "director poeta" que conozco del cine español.
Óliver Laxe me lo empieza a recordar de alguna manera. Una poesía que no
siempre me encuentro en los libros que se llaman así y que ahora
escucho en la voz de María y sobre todo en su mirada.
Porque había un país que se llamaba Icaria:
https://www.facebook.com/tallerdeteatro.depinto/videos/323447931960163/UzpfSTE0ODcxMDgxNzk6MTAyMjI1NTg0NDY2OTgzNjU/
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