Una de las cosas que echo de menos es ir al teatro. Sé que volveré
pronto. También sé que es la manifestación artística más humana que
existe, la que más acerca al ser humano a Dios desde el origen de los
tiempos. En estos tiempos extraños que estamos viviendo ha sonado con
fuerza en mi cabeza una canción de la que ya he hablado por aquí y que
ayer reapareció durante mi paseo de por las mañanas, en la calle
Barquillo, haciendo esquina con la calle
Almirante y otras calles próximas como Conde de Xiquena, lugares en los
que me he comprado los trajes que me gustan y que me quedan mejor. Es
mi forma de vestir la vida. Nunca me he vestido en contra de nadie, sino
a favor de la belleza. Nunca he escrito contra nadie, sino en busca del
bien común. No necesito enemigos para ser feliz, solo ternura. Camino
despacio por la vida, sin ninguna prisa, dejando en paz a los demás,
procurando que también me dejen en paz a mí. Leyendo los carteles de las
paredes y con la suerte de encontrarme la ternura que llena la vida.
Los trajes que me gustan siempre me quedan bien. Lo demás lo ponen ZAZ y Jenifer:
https://www.youtube.com/watch?v=j6Eb9OLMB9A
https://www.youtube.com/watch?v=j6Eb9OLMB9A
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