"Haciendo alusion a María Lejárraga, me vienen al recuerdo algunas de sus palabras escritas en "Cartas a las mujeres de España": "Lo esencial es que tengáis un lugar, que no sea el taller o la oficina o la escuela o la tienda, que sea un rincón vuestro". Se anticipó 14 años a Virginia Wolf y su cuarto (habitacion) propio. Sus cartas fueron un éxito (las firmaba su marido, Gregorio Martínez Sierra; en aquella época las mujeres escuchaban con más benéfica atención la voz de un hombre). Maravillosa María, precursora del feminismo. Y quizá la voz de un hombre, tu voz, nos da alas para escribir y expresar, para aprehender, leer y escuchar, para alimentarnos y vivir de y con las palabras".
Son palabras de Mercedes Miraytoca Rodriguez (en la primera foto) contestando a mi post de ayer sobre "Las golondrinas", basada en "Saltimbaquis", de Lejárraga. Mercedes es una maestra asturiana de niños con necesidades especiales y también diseñadora. Agradezco lo que se refiere a mí al venir de una persona que se ha dedicado a los niños. Tras leer a Mercedes me acerqué despacito por culpa del lumbago o vete tú a saber, quizá por la mala vida que he llevado, a una librería a buscar el libro de Lejárraga. El ensayo desgrana con sencillez los fundamentos de la teoría y la práctica del feminismo. El porvenir es de las mujeres, asegura, y añade que para ser feminista, es decir, partidaria de que la mujer debe pasar su vida lo más feliz posible, haciendo la mayor suma de bien posible, siendo lo más útil posible a la Humanidad, gozando con perfecta naturalidad como el hombre la plenitud de sus derechos como ser humano, es bastante haber nacido precisamente eso, ser humano y por añadidura mujer. Las mujeres deben ser feministas como los militares son militaristas y los reyes monárquicos; porque si no lo son contradicen la razón misma de su existencia. El feminismo es una actitud natural, y su fin liberar a la mujer de la cárcel de la domesticidad y ofrecerle medios para participar sin restricciones en el devenir social y político de la Humanidad.
Y la tercera carta es de la compositora Raquel García-Tomás, amiga también en esta red social (tercera fotografía), en torno a "Alicia en el país de las maravillas", interpretada en 2016 en la Fundación Juan March, que escucho mientras me tomo el primer café de esta bella mañana de invierno:
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