lunes, 9 de enero de 2023

  "Pinocho y la Gala de Reyes".

La alegría y la belleza existen, lo he sabido siempre, y también que están dentro de cada persona. Y el buen gusto y el equilibrio y la serenidad y la paz interior.
 
El Día de Reyes fui a comer al restaurante Pinocchio que está frente al Museo Reina Sofía, como tantas veces, un lugar con las paredes adornadas con cuadros de óperas. Mientras esperaba la comida me puse a jugar con el muñeco articulado y de madera de la fotografía, junto a "Tosca" y "Manon Lescaut". Puccini es un autor que siempre me acerca a la belleza con solo pensar en él. El posterior paseo por el Jardín Botánico únicamente sirvió para que volviera a coger frío y empeorase un poco mi lumbalgia. Ya al atardecer me senté con la mantita eléctrica (también me he comprado una bolsita de semillas, a ver qué pasa) para ver en diferido la Gala de Reyes de la Orquesta de RTVE en el teatro Monumental de Atocha. El concierto de Año Nuevo desde Viena lo escuché en la radio del coche paseando por la sierra de Gredos y cogiendo más frío. El guion del Monumental fue de Paco Mir, ex miembro de Tricicle, y la presentación de José Manuel Zapata
, un tenor y showman de Granada tan bueno como simpático.
Ahí estaban otra vez, acompañándome, Rossini, Beethoven, Mozart, Bach o Strauss sin dejar de reír:
 
Pinocho y los juguetes de mi infancia saben de sobra que los reyes nunca han sido los padres.
 

 
 
 

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