miércoles, 11 de enero de 2023

  "Lostalé en la tertulia de Argüelles".

Escribo porque me salva, porque es lo único que me queda, porque fija un sonido, unas luces, el final de un acto de amor, el escenario de unas horas de deseo. Escribo porque están conmigo los que ya nunca estarán, porque bajo al mar desde la mesa donde apoyo la cuartilla y me quedo quieto en la memoria de un cuerpo, y prolongo unas voces hasta perder la noción del tiempo (días y años juntos, apretados en un instante que me deja sin defensa). Escribo porque al abrir el seno de una palabra encuentro la iluminación última del beso, porque pronuncio a solas mi única verdad, esa que después desmiento con mi vida. Escribo porque hay un llanto íntimo que me purifica desde que comienzo a hacer signos en el papel, porque poseo las cosas desde su respiración humana y puedo habitar aquello de lo que fui desterrado. Escribo para ser joven y alimentar una esperanza radical, para tener lo que no tengo y escuchar lo que nunca me dijeron. Escribo porque nunca fue más bello el engaño.
 
Esta "Confesión" es el primer poema del libro de Javier Lostalé "La rosa inclinada" (Adonais, 1995), que leyó María José Muñoz Spínola para acabar ayer por la noche la tertulia en el Café Casa Manolo. La presencia de poetas de la "esencia" como él justifica por sí sola que yo siga haciendo tertulias literarias después de un cuarto de siglo. Nacido en Madrid (1942), es poeta, periodista y crítico. Incluido en la antología "Espejo del Amor y de la muerte", con introducción de Vicente Aleixandre, Javier Lostalé ha publicado nueve libros, desde el inicial "Jimmy, Jimmy" de 1976 hasta esta "Ascención" (2022) del que nos recitó varios poemas, como este:
 
"¿Qué mudo relámpago
puebla a quien ama?
¿Quién hasta su sombra invade
para en su respiración resucitar?
Sus oídos en insolación
escuchan siempre los mismos pasos,
y en surtidores de luz
su mirada se empaña
mientras se pronuncia
dentro de otro ser.
Todo el paisaje
es un pulso virgen
que se aduna
al horizonte de su pensamiento.
Sin hora ni lugar
en cuanto dice se consuma.
Vive ya sin nombre,
como quien no se pertenece
al ser sólo un cautivo
de tan plena libertad".
("Plenitud").
 
En la tertulia ha ido presentando sus libros en los últimos años. El último, publicado por Pre-Textos, son 40 poemas y por ahí empecé a hablar, ya que 40 por 2 es su edad. Ayer estaba algo acatarrado, pero sigue teniendo una voz preciosa. El número 40 representa la idea del cambio, el final de ciclo y el inicio de otro. En el lenguaje de los sueños es la "cura" de Lacan. El Diluvio Universal duró 40 días, los días de la Cuaresma. En el islam Mahoma tuvo su revelación a los 40 años. El mismo tiempo tardó Moisés -en la tradición judía- cuando peregrinó por el desierto junto al pueblo de Israel en busca de la tierra prometida. Las tres grandes religiones monoteístas están cruzadas de modo transversal por la influencia de esta cifra. Y lo que se "cruza" siempre en la tertulia es una gente encantadora con ganas de hablar de literatura, de emocionarse con ella. Ocurrió con los breves textos que nos leyeron María José Muñoz Spínola, Javier del Prado, Almudena Mestre y Mariwan Shall, pero también con los demás, algunos de los cuales hacía tiempo que no veía personamente. La poesía de amor de Lostalé roza el misticismo, comentó María José, siempre en busca de lo inefable. La metáfora se hace carne. La edad del amor es la única edad. También Javier se refirió a la transparencia del alma que nos envuelve, a la mezcla de lo apolíneo y lo dionisíaco que ve en la poesía de Lostalé y de García Baena, ya que amar es su forma más profunda de existir. Y en ello insistió Mariwán al aludir al hecho de transformar el desierto en la belleza de una lágrima, como uno de los versos del poeta. Almudena se refirió a cómo el poeta crea ficción, casi como dijo Pessoa. Y yo los escuchaba a unos y a otros llevándome la mano al costado porque mi lumbalgia hacía acto de presencia y Óscar me dio algunos consejos.
 
Me dejo muchas cosas de la tertulia de ayer (como las vivencias de Lostalé y Eduardo Larrocha durante 20 años de compañeros en Radio Nacional), pero no quiero hacer un texto demasiado largo y además tengo muchos exámenes que corregir. Aun así me apetece añadir algo más. 
 
La banda irlandesa de rock U2 compuso una canción que se llama "40" y es la última de su tercer disco "War" editado en 1983. La letra del tema encierra una connotación religiosa porque alude al salmo 40 de la Biblia y cuando llega al estribillo, Bono, el líder del grupo, se pregunta con su particular voz: "¿Cuánto tiempo cantaré esta canción?"
 

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