¿Qué puede hacer alguien como yo al que le gustan tanto el cine y la literatura? Pues irse a los cines Golem de la Plaza de España para ver la película que acaba de estrenar el director Hong Sang-soo, el Woody Allen de Corea del Sur. El título lo dice todo: "La novelista y su película". Vale, no éramos más que 15 personas en la Sala 2; aun así, cuando se apagan las luces se me olvida y me reencuentro con el arte dentro de una pantalla.
Junhee es una escritora a la que cada vez le cuesta más escribir y visita a una amiga a la que no ve desde hace tiempo. También fue escritora y ha abierto una librería en los suburbios de Seúl donde organiza tertulias con escritores. ¿De qué me sonará esto, me dije? Las amigas toman un café y se les une una actriz joven que ayuda en la tienda. La fotografía de Borges preside la conversación. Más tarde, paseando por el barrio, la novelista se cruza con un director que hace años quiso llevar una novela suya al cine sin conseguirlo, y su esposa. Un encuentro lleva a otro más y así aparece la actriz Kilsoo (interpretada por la musa del director y con la que estoy en esta fotografía) y a la que la novelista le propone que hagan una película. Tras emborracharse con un antiguo amante que es poeta, realiza el cortometraje con algunas escenas en color, pues toda la película es en un bellísimo blanco y negro.
Este es el tráiler, donde el naturalismo se observa incluso en que los personajes llevan mascarilla en algunas escenas:
Siempre echaré de menos que Woody Allen no haga más películas, aunque, afortunadamente, me encuentro a gente como Hong Sang-soo, que con esta película ha obtenido el Gran Premio del Jurado en la 72ª edición del Festival de Berlín. Y solo añado que vayan a verla aquellos a los que les gustan de verdad el cine y la literatura, y para ver de qué manera tan inteligente se produce el proceso creativo.
Feliz Año de libros y películas.
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