sábado, 28 de enero de 2023

"El pasado no es pasado porque nunca muere".

En la última tertulia hablamos de la inmortalidad y al abrir el primer libro de poemas publicado por Lorenzo R. Garrido me encuentro esta frase de Faulkner. Las casualidades siempre me han llamado la atención, incluso intelectualmente hablando. Lorenzo es periodista, editor y escritor, y nos conocemos desde hace años, cuando me entrevistó varias veces en la TV de Periodista Digital. 
 
Y lo que ha escrito es un libro sobre el desamor.
 
El asunto del amor arranca en la cultura occidental desde la época clásica y sigue una larga estela que atraviesa el Renacimiento con su nuevo concepto de mujer, heredado de Petrarca, hasta llegar al Romanticismo, cuya herencia todavía sigue vigente en los jóvenes poetas. Sobre ello gira "Noticias del otro lado" (2022, Los versos de Cordelia), a lo largo de treinta y siete poemas, escritos entre 2017 y 2022, con prólogo de Luis Alberto de Cuenca.
 
En este pequeño video Lorenzo nos habla del libro y recita un par de poemas:
 
Y ya que he mencionado a Petrarca, me tomo el primer café del sábado escuchando la música que Liszt compuso para su Soneto 104 tocada por Horowitz:
 
El Soneto de Petrarca es este:
 
"Pace non trovo, e non ho da far guerra;
E temo e spero, ed ardo e son un ghiaccio;
E volo sopra ´l cielo e giaccio in terra;
E nullo stringo, e tutto il mondo abbraccio;
Tal m´ha in prigion, che non m´apre, ne serra;
Ne per suo mi riten, ne scoglie il laccio;
E non m´ancide Amor, e non mi sferra;
Ne mi vuol vivo, ne mi trae d´impaccio.
Veggio senz´occhi, e non ho lingue e grido;
E bramo di perir, e cheggio aita;
Ed ho in odio me stesso, ed amo altrui;
Pascomi di dolor, piangendo rido;
Equalmente mi spiace morte e vita,
In questo stato son, Donna, per vui".
 
[No tengo paz ni puedo hacer la guerra;
temo y espero, y del ardor al hielo paso,
y vuelo para el cielo, bajo a la tierra,
nada aprieto, y a todo el mundo abrazo.
Prisión que no se cierra ni des-cierra,
No me detiene ni suelta el duro lazo;
entre libre y sumisa el alma errante,
no es vivo ni muerto el cuerpo lacio.
Veo sin ojos, grito en vano;
sueño morir y ayuda imploro;
a mí me odio y a otros después amo.
Me alimenta el dolor y llorando reí;
La muerte y la vida al fin deploro:
En este estado estoy, mujer, por ti]
 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario