"Las horas".
En esa foto estoy empezando a leer la última
novela de Amparo Serrano de Haro, "Ciudades en las que un día
naufragamos", publicada por Talentura Libros.
Amparo va a venir a
finales de enero a la tertulia del "Café Gijón" y así nos conoceremos
(es amiga virtual desde hace tiempo en Facebook). Su editor, Mariano
Vega Álvarez, ha tenido la delicadeza de enviarme esta novela a la
Universidad. Por otra parte me apetece leer cosas sobre Nueva York,
París y Fiesole, una pequeña ciudad
cercana a Florencia, las ciudades del título. Amparo es doctora en
Historia del Arte y profesora de la UNED. Estudió en la Universidad
Complutense y tras obtener la Beca Fulbright también lo hizo en Columbia
University (Nueva York) y en el Institute of Fine Arts (New York
University), cosas que ya me seducen de entrada. Sus principales líneas
de investigación relacionan el arte con la historia y la crítica, los
códigos de la imagen y los estudios culturales, como las cuestiones
relativas al género. Ha publicado ensayos, novelas y cuentos. Me gusta
mucho sentarme en los bancos de madera de la calle. Ayer volví a hacerlo
durante un rato cuando dejó de llover y, rodeado de las hojas caídas de
los árboles y protegido por mi enorme bufanda, me puse a leer la novela
de esta profesora de historia del arte. También me puse los auriculares
para escuchar la música de una bella y triste película, que pensé que
podría irle bien a la novela. Leo la historia del fotógrafo Michael
Doods, a través de tres mujeres, y escucho la música de Philip Glass
para la película de Stephen Daldry, también con tres mujeres y un
hombre:
https://www.youtube.com/watch?v=bwC7_Lj9jKE
Desde que era un crío sabía que leer un buen libro era algo así como iniciar un camino en busca de un tesoro, un viaje hacia el final del arcoiris.
Desde que era un crío sabía que leer un buen libro era algo así como iniciar un camino en busca de un tesoro, un viaje hacia el final del arcoiris.
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