sábado, 28 de diciembre de 2019

"Hoy quiero hablar de Abel Jara Moreno, el joven de las fotografías".

Lo conocí en marzo de este año en un acto en Vallecas "Contra la violencia de género" organizado por el escritor y tertuliano Juan José Moragrega (en la tercera fotografía). Y me tocó cerrar el acto a mí. Como hago en tantas ocasiones, me bajé del escenario, me situé junto al público y, tras nombrar a los poetas que habían intervenido en la lectura mientras los observaba de frente, hablé de la evolución de los Derechos Humanos desde el siglo XVIII. Se me acercó un muchacho en silla de ruedas. Me dijo que me leía siempre y que él también estaba escribiendo una novela; incluso había terminado un libro de poemas, aunque tras ponerse a estudiar literatura le parecía que ya había superado su estructura. Añadió que le apetecía venir a mi tertulia del "Café Gijón", con la ayuda de su madre (viven en Vallecas). Al día siguiente me escribió lo siguiente: "Fue una alegría conocerte ayer, sinceramente. Tenía muchas ganas de verte en persona y me gustó mucho lo que dijiste y lo que transmitiste, sobre todo ese gesto de acoger tanto a los ponentes como al público a la misma altura aportando equidad real. También retuve lo que me dijiste: lo importante es estar abierto a aprender y a evolucionar. Nada nuevo, pero tan relevante para tenerlo presente en este mundo donde por todos lados es fácil estancarse." Ayer recibió la noticia de que uno de sus poemas era finalista en un concurso internacional de poesía. Y escribió: "Me hallaba inquieto, eran las tantas de la madrugada y parecía recorrerme una sensación de electricidad incontrolable por cada tendón de mi cuerpo. Me sentía tenso. Fue en ese momento cuando me vi frente a dos opciones: retroalimentar la inquietud con más inquietud por focalizarme en ella, o hallar un recurso interno desde el que evadirme. Y escribí la poesía de forma nada planificada". 

De vez en cuando Abel escribe sentidos y profundos comentarios en mis redes sociales, sobre todo en Instagram. 

Como he dicho otras veces me importan un pito el éxito, la fama, el poder o el dinero, pero quizá sea escritor para contar estas cosas.



1 comentario:

  1. Abel Jara Romero es un valiente, un luchador que apuesta por la vida y consigue retos a diario. No le importa el tiempo que tarde en hacerlo ni tan siquiera la gente que le ayude en su tarea sino más bien, alza su mirada al cielo y mira a su alrededor, avanza con su mente y proyecta nuevos objetivos, decide los pasos que debe dar para conseguirlo o al menos, intentarlo y lo hace. Irá sin lugar a dudas a la tertulia de Justo Sotelo y nos contará su experiencia, sus ganas de vivir y su forma de ver la vida. Su realidad frente a la existencia tiene muchas maneras de afrontarla pero sin embrago, elige la más válida e inteligente, mirar al frente y seguir avanzando con valentía y coraje. Su mirada se contagia, ilumina el rostro de los demás seres humanos que a veces, nos quejamos por ridiculeces y pensamientos absurdos.Este campeón aunque haya quedado finalista ha tenido el valor de intentarlo y no despreciar ni un minuto de su tiempo en negarse a hacerlo. Te felicito amigo Abel Jara Romero y estoy orgullosa de ti y de haberte conocido. Ojalá puedas acceder a la Cúpula del Gran Café Gijón Madrid y mostrarnos tus letras y disfrutar contigo una tarde más. Gracias Justo Sotelo porque tú eres el origen de esta historia ahora compartida y de tantas más que, día a día fomentas, expresas, transmites y compartes en esta red social de Facebook España. Un beso a estos dos hombres, dos escritores, dos miradas y dos Luces en la vida de los demás.

    ResponderEliminar