miércoles, 18 de diciembre de 2019

"En el Planetario de Madrid".

"La vida no es otra cosa que una escena de película entre dos enamorados mientras Elvis Presley canta As long as I have you".

Despidiendo la tertulia de 2019 mirando la luna en el Planetario de Madrid, y con Baudelaire. 

Llovía con fuerza sobre Madrid y la ciudad era un atasco continuo, lo que le da cierto atractivo porque todo está lleno de luces, es decir, de vida. Y nos fuimos a la presentación del libro "Poemas a la luna", editado por Pepo Paz y su Bartleby, con una selección de poemas y traducción de Julio Mas (que tuvo la gentileza de acercarse a saludarme cuando me vio) y las ilustraciones de Miguel Vallés. Este tipo de actos te permite dar un par de besos a un montón de excelentes poetas que hacía tiempo que no veías, como Rosana Acquaroni, Ana Belén Martín Vázquez, Cecilia Quílez o Marta López Vilar, así como despedirte de los tertulianos Matilde, Aurora, Almudena, Andrés, Carmen, Carmen, Catalina y una joven poeta que conocí allí y se va a pasar el año que viene por el "Café Gijón". Luego están las sabias y entrañables palabras de José Manuel Grandela, el ingeniero español que ha participado en todas las misiones de los Apolo a la Luna, desde el centro espacial de Robledo de Chavela. He pasado muchas veces por allí, camino de la sierra de Gredos o tras pasear un rato por uno de mis pueblos favoritos, El Escorial, y nunca había sido consciente de la importancia de aquel lugar, el primero que recibía todas las comunicaciones antes de enviarlas a Houston. Grandela nos contó interesantes anécdotas sobre el primer viaje a la Luna o la visión de la Tierra desde fuera.

Y la literatura, cuando las actrices Alicia Sánchez Araujo y Eva Rufo recitaron poemas de Byron, Tennyson, Brontë, Verlaine, Wilde, Yeats, Storni, Lorca y Baudelaire. Y claro, siempre que aparece el nombre de este último, y "Las flores del mal", la literatura se convierte en algo superior, ese algo que hace que aquello sea una obra de arte. La primera edición del libro de Baudelaire es de 1857, aunque la versión definitiva es de 1868. Ahí se pone de manifiesto el enorme perfeccionismo del poeta, con la búsqueda de la belleza ideal, la afirmación del yo y la libertad, la huida de la realidad mezquina, la rebeldía, el malditismo y el gusto por todo lo morboso. Las incontables correcciones de Baudelaire dieron constantes quebraderos de cabeza a su editor, que veía cómo una y otra vez el poeta se dirigía a él con nuevos cambios, añadidos y cortes. ¿De verdad alguien piensa que las grandes obras de la historia de la literatura - "Las flores del mal" es la colección de poemas más célebre de Francia- nacen de la simple inspiración y un instante de arrebato creativo? La trascendencia de este libro es tal que inaugura la estética de las "correspondencias" que da pie al movimiento del Simbolismo y consigue llegar de forma influyente hasta finales del siglo XX pasando por el movimiento Surrealista. 

Este es el poema del libro:

"Tristezas de la Luna".

Esta noche, la luna sueña más perezosa;
igual que una bella mujer hundida entre cojines,
que acaricia con mano distraída y suave
antes de dormirse, el contorno de sus senos,

Sobre el dorso de seda de nubes ondulantes,
moribunda, se entrega a largos desmayos,
y pasea su mirada por visiones blancas
que ascienden al azul como floraciones.

Cuando, sobre este mundo, en su languidez ociosa,
ella deja caer una lágrima furtiva,
un poeta piadoso, enemigo del sueño,

recoge esta lágrima pálida en el cuenco de su mano,
como un fragmento de ópalo de reflejos irisados,
y la guarda en su pecho, lejos de la miradas del sol.


"Tristesses de la Lune".

Ce soir, la lune rêve avec plus de paresse;
Ainsi qu'une beauté, sur de nombreux coussins,
Qui d'une main distraite et légère caresse
Avant de s'endormir le contour de ses seins,

Sur le dos satiné des molles avalanches,
Mourante, elle se livre aux longues pâmoisons,
Et promène ses yeux sur les visions blanches
Qui montent dans l'azur comme des floraisons.

Quand parfois sur ce globe, en sa langueur oisive,
Elle laisse filer une larme furtive,
Un poète pieux, ennemi du sommeil,

Dans le creux de sa main prend cette larme pâle,
Aux reflets irisés comme un fragment d'opale,
Et la met dans son coeur loin des yeux du soleil.


Por cierto, nadie quiso bailar conmigo, allí, delante de todo el mundo, ni siquiera el editor, al que invité a hacerlo, así que vámonos con James Dean y Natalie Wood al Planetario de Nicholas Ray en los Ángeles: 

https://www.youtube.com/watch?v=TIMmdsU9n5o

Después de todo la vida no es otra cosa que una escena de película entre dos enamorados mientras canta Elvis Presley:

https://www.youtube.com/watch?v=t3x3fRTj9Js).




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