Con Maria Madalena de Almeida Fernandez Fortunato, Catarina Cordeiro Patricio y José Eduardo Dionisio Pereira.
Son tres alumnos de Portugal que están de Erasmus en Madrid. Al
terminar las clases el otro día salieron detrás de mí, me cogieron en
las escaleras del Campus del Cunef (Universidad Complutense), envuelto
en mi kilométrica bufanda ya que hacía mucho frío, y me dijeron que les
hacía ilusión tener un recuerdo con su profesor español.
Y me han enviado esa fotografía.
La palabra "cultura" deriva del verbo latino "colere", que significa cultivar. Y una forma del verbo es "cultum", que en latín quiere decir agricultura. Junto a ello el adjetivo latino "cultus" se refiere a la propiedad de un campo para estar cultivado. Por ello cultura significa agricultura, culto y cultivado. Con el tiempo se comparó el espíritu de una persona ruda con un campo que no estaba cultivado y su educación con el cultivo del campo. Esta metáfora dio pie a hablar del cultivo del alma o de las aptitudes propias del ser humano. En este sentido hablar de un ser cultivado nos lleva a pensar en alguien que ha sido instruido o educado, en una persona culta.
No se me ocurre nada más hermoso y profundo que dedicar mi tiempo para trabajar con los jóvenes. Con ellos no existen fronteras, ni diferencias de idioma o carácter. Con ellos hay equilibrio mental y buen gusto.
Esto es cultura.
La palabra "cultura" deriva del verbo latino "colere", que significa cultivar. Y una forma del verbo es "cultum", que en latín quiere decir agricultura. Junto a ello el adjetivo latino "cultus" se refiere a la propiedad de un campo para estar cultivado. Por ello cultura significa agricultura, culto y cultivado. Con el tiempo se comparó el espíritu de una persona ruda con un campo que no estaba cultivado y su educación con el cultivo del campo. Esta metáfora dio pie a hablar del cultivo del alma o de las aptitudes propias del ser humano. En este sentido hablar de un ser cultivado nos lleva a pensar en alguien que ha sido instruido o educado, en una persona culta.
No se me ocurre nada más hermoso y profundo que dedicar mi tiempo para trabajar con los jóvenes. Con ellos no existen fronteras, ni diferencias de idioma o carácter. Con ellos hay equilibrio mental y buen gusto.
Esto es cultura.
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