"El balcón del Palace".

Mañana no tendremos tertulia en el "Café Gijón", sino que la trasladamos al jueves, a la librería "La Forja de las Letras", en pleno barrio literario de Madrid.

En ese lugar el filólogo y economista Andrés Pinar Godoy, que es un nuevo tertuliano de este curso, presentará su novela "El balcón del Palace", y yo tendré el placer de acompañarle en la presentación. Es el balcón donde se dieron el mítico abrazo Felipe González y Alfonso Guerra el 28 de octubre de 1982, cuando se supo que el PSOE acababa de ganar las elecciones, y pertenece a uno de los dos hoteles más emblemáticos que hay en Madrid. El otro es el Ritz, que está enfrente, ambos en la plaza de Neptuno, al lado de las Cortes, el Museo del Prado, la Academia de la Lengua y la iglesia de los Jerónimos, donde se casan los reyes y yo, por supuesto. La novela es una reconstrucción de los años previos a ese momento, y reconozco que me lo estoy pasando bien leyendo las idas y venidas de aquellos jóvenes universitarios españoles tan idealistas en los últimos años del régimen de Franco (representados en la novela con chicos de Ávila y Salamanca, sobre todo), con todo aquello del PCE, las huelgas estudiantiles, las visitas a la calle de los Libreros -donde reinaba "La Felipa"- para encontrar todos los libros que te pedían en las Facultades, y demás cosas que a mí me pillaron demasiado niño, pero que me las contaba mi hermano, que es unos años mayor que yo.

No tengo muy claro que en aquella época se leyera más que en esta. En la página 120 de la novela se dice que había que leer de manera clandestina "El Manifiesto Comunista" y "La Crítica al programa de Gotha, ambos de Marx, "El hombre unidimensional" de Marcuse y otros libros sospechosos. Imagino que los leía una minoría de supuestos intelectuales. Si hoy se me ocurriera mencionar a Herbert Marcuse a lo mejor me tomaban por un extraterrestre.

Pero, bueno, parece que va a hacer un bonito día nublado, y yo necesito un café.