sábado, 22 de agosto de 2020

"Un paseo por el museo Reina Sofía y la poesía experimental y neoplatónica de Ignacio Gómez de Liaño (Madrid, 1946)".

Ayer hablé de neoplatonismo en este blog y después me fui a dar una vuelta por el Reina Sofía, del que saqué la primera fotografía que he puesto. Es uno de los lugares que más me interesan de Madrid, y donde he escrito una parte de mis novelas, sobre todo las primeras que publiqué. Allí dentro siempre tengo la sensación de encontrarme en mi sitio, rodeado por el arte de mi tiempo. Es donde confluyen el Prado y el Thyssen de manera natural, al menos en mi cerebro. Aún pueden verse exposiciones sobre Mondrian y De Stijl, de arte en sonido o un Auto Sacramental, "El niño de Elche". Antes del confinamiento vi la exposición (estará hasta primeros de noviembre) del escritor Ignacio Gómez de Liaño, al que conocí gracias a García Galiano, del que también hablé ayer. Es una donación de su archivo personal al museo, desde mediados de los 60 a finales de los 70, con cartas, escritos y otros materiales de tipo poético, filosófico y académico. De Gómez de Liaño he leído una de sus obras maestras "Arcadia" (1984), también por consejo de Ángel (suelo hacer caso a los que saben más que yo). Gómez de Liaño es doctor en Filosofía, ha ejercido la docencia desde 1969 en la Complutense y la Politécnica de Madrid, y en las de Estudios Extranjeros de Pekín (China) y Osaka (Japón). Además de la poesía y la filosofía ha cultivado los géneros de la novela, la historia, la sociología, el diario y el teatro en más de treinta libros. Cuando se habla de "Arcadia" se alude a un país imaginario, creado y descrito por poetas y artistas del Renacimiento y el Romanticismo. En aquel lugar los pastores viven en comunión con la naturaleza, al igual que ocurre con la leyenda del buen salvaje. Es la Utopía o la Edad de Oro de la Grecia clásica, tan importantes para la Mitología. García de Liaño nos traslada a la casa que cada cual construye para que viva el pensamiento, pero donde el espíritu puede verse amordazado. El viaje permite modificar estas fronteras y descubrir los restos sepultados para reconstruir el paraíso perdido. En su conjunto la obra de Gómez de Liaño me parece un rostro arcimboldiano en el que se juntan temas como el símbolo, la imagen, la realidad, la memoria, Giordano Bruno, el impulso romántico, las vanguardias, Dalí, lo monstruoso, la vanitas, el mercantilismo, lo incógnito, los sistemas de conocimiento y un inmenso deseo de innovar en la poesía y el arte.

En este video habla de su formación académica y su entrada en la poesía experimental de los 60, con el concretismo y la gramática generativa de Chomsky. Un verdadero lujo:

https://www.museoreinasofia.es/multimedia/ignacio-gomez-liano


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