sábado, 1 de agosto de 2020

"La Rhapsody in Blue, una música ideal para comenzar mi mes de agosto de 2020"

La vengo escuchando toda mi vida, ya que une los dos tipos de música que más me gustan, la clásica y el jazz. Casualmente un mes de agosto de hace casi cien años (1924), la revista Vanity Fair (primera fotografía) hablaba del estreno en ese mismo año de la "Rhapsody in Blue" de George Gershwin. Al final del artículo que leí anoche antes de dormirme se aseguraba que en un futuro Gershwin sería considerado como un pionero. En casa se escuchaba a menudo esta obra cuando yo era pequeño. Mi hermano me decía que era la armonía del blues, la sincopación y el ritmo, una continua improvisación y su afinidad con la canción popular. Y escuchándole hablar de esa forma me dio por pensar que me hubiera gustado asistir al estreno en el "Aeolian Hall de Nueva York", dentro de un concierto que se denominó "Un experimento en música moderna". Años después sabría que Woody Allen pensaba igual que yo, y por eso comenzó su adorable película "Manhattan" con la música de Gerswhin. El neoyorquino de Brooklyn consiguió aunar en su "Rhapsody" los tres elementos básicos de la música de los Estados Unidos, la tradición pianística popular, el tratamiento armónico de la música usada en el teatro de variedades y la atmósfera del blues afroamericano. Y al ritmo y al swing del jazz se les unieron también las complejas organizaciones sinfónicas que llegaban de Europa, donde se escuchaba a Wagner y Schoenberg, con las tradiciones etnográficas -italiana, irlandesa, judía, portorriqueña, mejicana, panameña, jamaicana- que las diferentes comunidades de origen europeo y latino aún poseían de su pasado emigrante. Un camino que seguirían otros autores como Charles Ives o Leonard Bernstein (que explicó en 1974 en sus conferencias en Harvard, de las que hablé el otro día por aquí).

Me tomo el primer café de esta bonita mañana de verano escuchando una versión excelente de la Royal Academy of Music de Londres, con gente muy joven, lo que aún me hace más ilusión. Es como cuando veo a mis alumnos escuchándome con la boca abierta y sé de sobra que nuestro mundo está salvado y seguimos de estreno:

https://www.youtube.com/watch?v=7-MJZJjJs4A



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