lunes, 24 de agosto de 2020

"No me cuentes películas".

Ayer domingo estaba dando una vuelta por Madrid en coche sin bajarme de él y, por no meterme en la M-30, dirigí el coche por una calle paralela y me perdí. En los siguientes minutos me sentí como Sherman McCoy, el broker de Wall Street creado por el periodista y escritor Tom Wolfe en "La hoguera de las vanidades", un sujeto que lo tenía todo: una esposa, una amante, un sueldo multimillonario, un apartamento en Park Avenue y una vida instalada en el lujo. Una noche se confunde de salida en la autopista y va a parar con su flamante coche a un peligroso barrio del sur del Bronx. Detuve el coche después de fijarme en dos señoras mayores que tomaban el sol sentadas en un banco junto a un puente. Les pregunté cómo se llamaba aquel barrio que no conocía. Las señoras fueron muy amables y me dieron conversación durante varios minutos. Entre otras cosas me dijeron que era el barrio de la Arganzuela, que se unía al barrio de Carabanchel a través de aquel puente de acero al que la gente llamaba del "tirabuzón", supongo que por su forma helicoidal. En realidad aquel es el puente Monumental sobre el Manzanares, también llamado puente de Perraut, apellido del arquitecto que lo diseñó en 2011. El río no era el Hudson, claro, ni yo Sherman McCoy. Tras hacer unas fotografías volví al coche y puse una canción que empieza como la historia que acababa de vivir: "Voy a tomar el camino equivocado / Voy a salirme de la trayectoria."

Ahora, mientras me tomo el primer café de esta fresca mañana de verano, busco en Youtube el video con esa canción, que me recuerda a la primera película de Sofía Coppola, "Las Vírgenes Suicidas", pero con los encuadres de Andréi Tarkovski. Por la noche vi otra vez "Lost in translation":

https://www.youtube.com/watch?v=sl6A_4CJl6



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