¿He dicho alguna vez que me gusta que me regalen flores y libros y pajaritas, y que me dediquen poemas y canciones y novelas? A mis alumnos no les había dicho lo de los bombones, pero el otro día me encontré encima de la mesa la caja de bombones de esta fotografía y la tableta de chocolate, ahora que se está terminando el curso. La cogí y fui repartiendo los bombones entre ellos. Después me comí 2 o 3 un poco antes de llenar la pizarra, varias veces, con ecuaciones de matemáticas que intentan explicar el mundo que vivimos. Ya en casa me comí algún bombón más, y entonces recordé lo que decía Tom Hakws sentado en un banco mientras esperaba el autobús en aquella película sobre la historia reciente de los Estados Unidos, la vida es como una caja de bombones. Aun así lo que más recuerdo de "Forrest Gump" es que trata sobre la libertad y el amor, que me parecen lo mismo.
Sí, me gustan muchas cosas. Se lo recordaba después a otro grupo de alumnos. Me faltan vidas para estudiar, para viajar, para escribir, para leer, y reflexionar sobre las matemáticas, la física y el medio ambiente, ya que este mes tengo que impartir un máster sobre el tema.
Y desde luego me gustan los bombones y correr, siempre me ha gustado mucho correr:
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