La tertulia del Café Gijón del martes con la escritora y escenógrafa Ana Contreras me recordó de alguna manera a la historia de Orson Welles y su "Ciudadano Kane", una película esencial en el cine y el arte en general, y lo dije al acabar. Si toda la película está enfocada en entrevistas y testimonios para conocer la vida de Charles Foster Kane y aquella palabra, "Rosebud", que pronuncia antes de morir, el libro que Ana ha escrito sobre esta Santa Juana, "Libro de Lumbres. En compañía de Juana de la Cruz" (2022), fue algo similar para ella. La editorial Huso (Mayda Bustamante, la editora, y Marifé Santiago Bolaños, la directora de su colección de ensayos llamada "Palabras hilanderas") le encargó un libro sobre Juana Vázquez Gutiérrez, una santa viva del siglo XV y Ana se puso a investigar. Recordaba haber leído la trilogía que Tirso de Molina escribió sobre la santa que aún no está reconocida como tal por la Iglesia (con el Papa Francisco ya es beata desde este 2015). Luego llegaron sus visitas al Monasterio de Santa María de la Cruz, en el pueblo de Cubas de la Sagra, que se encuentra al suroeste de la provincia de Madrid, las entrevistas a todo tipo de personas, las continuas lecturas, etc.
Juana decide ser santa desde muy joven. El primer milagro es que Cristo la cambia de sexo en el vientre materno o eso creerá siempre ella. Ya de mayor, quieren que se case, pero se viste de hombre, se escapa y se va a vivir con otras mujeres a un beaterio en Cubas de la Sagra. Los beaterios eran casas de mujeres que solo querían vivir juntas, sin que hubiera connotaciones religiosas. El poder de turno no podía permitir demasiado tiempo algo así y Cisneros se encargó de regularizar esta situación, y dio a elegir a aquellas mujeres entre hacerse monjas o ser perseguidas. Una vez convertida en abadesa, Juana fue consejera de Cisneros, Carlos V y el Gran Capitán. Ya era considerada santa, con los estigmas (llagas), los éxtasis, el don de lenguas y la misma autoridad sobre los hombres poderosos. Estas mujeres deseaban imitar de tal manera a Cristo que sufrían anorexia para acabar siendo asexuadas, casi como Cristo, su gran amor. Ana forma parte de un proyecto de I +D, financiado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología, y dirigido por la profesora de la Complutense Rebeca Sanmartín Bastida (que, por cierto, fue mi profesora en la asignatura de "Galdós") para efectuar un catálogo de Santas Vivas 1400-1550, y conocer las vidas de mujeres castellanas anteriores a Santa Teresa que adquirieron fama de santidad o de extrema virtud en ese periodo: http://visionarias.es/proyectovisionarias/
Una vez terminada la tertulia pensé que este fin de semana me voy a ir a dar una vuelta por el sur de la provincia de Madrid para visitar el Monasterio de Santa María de la Cruz, en Cubas de la Sagra, y ver la escultura dedicada a la Santa Juana (es la última foto que he puesto). Supongo que es una de esas manías que tengo de pisar el suelo que han pisado otras personas antes que yo, que me resultan interesantes y conozco antes o después.
Al día siguiente de la tertulia, en señal de agradecimiento Ana nos regaló a los tertulianos del Café Gijón este hermoso video sobre un poema de Rumí, el poeta sufí del siglo XIII:
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