Sus cuadros son como una suerte de abecedario pictórico cifrado a través de signos vitales. El trabajo de Frida Kahlo posee un alfabeto de signos realmente particular (ya sé que casi todo lo veo a través de la semiótica, pero qué le voy a hacer). Ella intentó conseguir una nueva visión de lo que significaba ser mujer, no desde la mirada del varón, sino desde la mirada de sí misma. El significado global de la obra de Kahlo fue revolucionario, ya que "atentó" contra la ideología dominante de su época y la tradición del silencio que dominaba al mundo femenino. Su mensaje podría resumirse en el adagio popular de los 70, "lo personal es político". Un agradable y soleado viernes por la mañana en Madrid se pueden hacer muchas cosas, como por ejemplo meterse a ver la exposición de la Fundación de la Casa de México sobre Frida Kahlo (de ahí son todas las fotografías que he puesto).
Ahora me tomo un café escuchando una canción de Chavela Vargas que le gustaba mucho a Frida, "Paloma negra":
Esta mañana quería hablar de esas mujeres que buscan "alas para volar". Chavela tampoco lo tuvo fácil en su vida, aunque su fuerza y personalidad le hicieron superar sus problemas de salud, como la polio que tuvo de niña, de desarraigo, por el divorcio de sus padres que la dejaron a vivir con un tío, y de una sociedad que no admitía su lesbianismo (ella no lo hizo del todo hasta el año 2000). Sabina la llamó "Paloma negra de los excesos", en la canción que escribió para ella y Frida, "El bulevar de los sueños rotos". Fue provocadora, excesiva, intensa, rebelde y con un gran sentido del humor. Su arte iba más allá de la música. Opinaba sobre temas tan variados como la cultura y la política sin pelos en la lengua, y así se convirtió en un símbolo de la lucha por los derechos de las mujeres en general y de las lesbianas en particular. El punto final de su legado fue el disco de poemas que presentó como homenaje a su gran amigo Federico García Lorca, del que he hablado varias veces esta semana en esta red social.
Y mientras termina de amanecer me voy de paseo por ese bulevar, como se llamaba antes en Madrid la calle donde está la exposición que vi ayer:
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