El Paseo que atraviesa Madrid de arriba abajo tiene varios nombres, empezando por el Paseo del Prado, siguiendo por el de Recoletos y llegando a la Castellana. He caminado mucho a lo largo de mi vida por este paseo que son tres, y en él se inicia mi novela "Vivir es ver pasar". Estos días aquí se encuentra la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión. Ayer me senté en la terraza del Café Gijón a tomar algo, y pensé que leer es como navegar por un río, como el del estanque de la tercera foto, a través de las casetas de esta feria. La segunda se la dedico a una caseta con un nombre fascinante, "Margarita de Dios". Cuenta la leyenda, como yo se lo cuento a mis alumnos, que un río subterráneo corre a lo largo de todo el paseo. Algunas veces he imaginado que podía montar en barca desde la Plaza de Castilla hasta Atocha, mientras leía el libro de la vida a través de las páginas de tus caricias, de tu mirada.
Escuchando esta música recostado en la barca del paseo, apoyado en tu hombro:
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