lunes, 2 de mayo de 2022

"Ser feliz también es mi color de identidad".

Hoy no voy a escribir gran cosa mientras me tomo el primer café de esta mañana tan agradable de primavera. Únicamente voy a releer un poema y escuchar una canción que gustaban mucho a mi padre. Desde luego que me gustan el sol y las palomas, y saltar paredes y abrir las ventanas. Me gusta subir las persianas, tenerlas allá arriba durante el día y la noche. No me gustan las fronteras y las barreras.

"Me gustan los que se callan
y me gustan los que cantan
y de tanto andar conmigo
me gusta lo que me pasa.
 
Me pasan cosas como esta
aunque no tenga importancia
andar contándole a todos
todas las cosas que pasan.
 
Porque uno no vive solo
y lo que a uno le pasa
le esta sucediendo al mundo
única razón y causa.
 
Pues todito es tan perfecto
porque perfecto es Dios
que se mueve alguna estrella
cuando arranco una flor
por eso si hay uno hay dos.
 
Supe del diablo
la noche que al hambriento dije no
también esa noche supe
que el diablo es hijo de Dios.
 
Ando solo por la vida
con un tono y dominante
modestamente cantor
sin pretensión de enseñar
porque si el mundo es redondo
no sé qué es ir adelante.
 
Andar y andar siempre andando
nada más que por andar
no vine a explicar al mundo
solo vine a tocar.
 
No quiero juzgar al hombre
al hombre quiero contar
mi condición es la vida
y mi camino cantar
cantar y contar la vida
es mi manera de andar.
 
Un día llegue a Tandil
y conocí a un anciano
que a falta de inteligencia
se le dio por ser muy sabio.
 
Le pregunté por Jesús
una noche al lindo viejo
y ahí mismo lo conocí
cuando me alcanzó un espejo.
 
Yo bailo con mi canción
y no con la que me tocan
yo no soy la libertad
pero sí el que la provoca.
 
Si ya conozco el camino
pa' que voy andar al costado
si la libertad me gusta
pa' que voy a vivir de esclavo.
 
Elegir yo siempre elijo
más que por mí, por mi hermano
y si he elegido ser águila
fue por amor al gusano.
 
Prefiero seguir a pie
y no en caballo prestado
alguien por una manzana
pa' siempre quedó endeudado
siempre se llega primero
el que va más descargado.
 
El día que yo me muera
no habrá que usar la balanza
pues pa' velar a un cantor
con una milonga alcanza.
 
Doy la cara al enemigo
la espalda al buen comentario
porque el que acepta un halago
empieza a ser dominado
el hombre le hace caricias al caballo
pa' montarlo.
 
Perdón si me propasé
y me puse moralejo
nadie puede dar consejos
no hay hombre que sea tan viejo.
 
Me pongo el sol al hombro
y el mundo es amarillo.
Me gusta andar pero no sigo el camino
pues lo seguro ya no tiene misterio.
 
Me gusta ir con el verano muy lejos
pero volver donde mi madre en invierno
y ver los perros que jamás me olvidaron
y los caballos y los abrazos que me dan mis hermanos
me gusta, me gusta, me gusta...
 
[Letra: No soy de aquí, ni soy de allá]
 
Me gusta el sol, Alicia y las palomas
el buen cigarro y la guitarra española
saltar paredes y abrir las ventanas
y cuando llora un mujer.
 
Me gusta el vino tanto como las flores
y los conejos, pero no los tractores
el pan casero y la voz de Dolores
y el mar mojándome los pies.
 
No soy de aquí, ni soy de allá
no tengo edad, ni porvenir
y ser feliz es mi color de identidad.
 
Me gusta estar tirado siempre en la arena
o en bicicleta perseguir a Manuela
o todo el tiempo para ver las estrellas
con la María en el trigal.
 
No soy de aquí, ni soy de allá
no tengo edad, ni porvenir
y ser feliz es mi color de identidad".
 
Esta es la canción con la que me he despertado hoy:
 
(Rodolfo Enrique Cabral Camiñas, La Plata, Buenos Aires, 1937​- Guatemala, 2011), en sus inicios Indio Gasparino, fue un cantautor, poeta, escritor y filósofo argentino).
 
Reconozco que me gusta dormirme y despertarme con estas cosas porque ser feliz es mi color de identidad.
 

 
 

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