lunes, 18 de julio de 2022

"La memoria de un hombre está en sus besos", dice Aleixandre en uno de sus poemas.

Ayer estuve leyendo un rato en Miraflores de la Sierra, en el llamado "Rincón del Poeta", ya que Vicente Aleixandre tuvo su residencia de verano allí. A mi derecha hay una escultura de bronce que recuerda al "olmo o álamo" centenario del lugar y detrás un busto del poeta. Luego subí y bajé las montañas de Madrid, desde la Morcuera, con la fuente de Cossío, que debe su nombre a uno de los profesores de la Institución Libre de Enseñanza, hasta Navacerrada, pasando por Cotos y Rascafría, donde comí junto a un riachuelo. Desde que era niño he pensado que se trata de vivir "las horas", sabiendo que cada día es único, y esa singularidad lo hace hermoso, como decía Virginia Woolf en su novela "La señora Dalloway". Y por eso mismo mi música de ayer en el coche solo podía ser esta:
 
Reconozco que siempre he tenido buena memoria.
 

 

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