domingo, 31 de julio de 2022

"Estoy más sola que yo misma".

No quiero que se acabe julio sin recordar a la poeta Gloria Fuertes, que habría cumplido años este jueves pasado (Madrid, 1917-1998). Gloria solitaria, creyente, enamoradiza, soltera, feminista y lesbiana. Fumadora empedernida, motera, pacifista, rebelde, castiza y poeta. Vitalista, fascinante, compleja. En su poesía defendió a la mujer, el pacifismo y el medio ambiente, y pertenece a la Generación del 50 y el Postismo o Postsurrealismo. Aunque ella misma solía comentar que era autodidacta, entre los años 1950 y 1956 estudió la carrera de Biblioteconomía e inglés en el Instituto Internacional de Madrid, que todavía sigue existiendo en la calle Miguel Ángel, por la que he paseado tantas veces. Y, hablando de paseos, hace poco me di una vuelta por Miraflores y la sierra de Madrid, y encontré esta curiosa escultura en plena Plaza Mayor, con un poema grabado de Vicente Aleixandre y otro de Gloria Fuertes. Después de sacar la fotografía, pensé en Joaquín Díaz (Zamora, 1947), que es una de las personas que más ha hecho en España por recuperar nuestro folclore. Fue el creador del Centro Etnográfico de Urueña, ese pequeño pueblo de Valladolid lleno de librerias,​ que culminó en 1994 con la Fundación Joaquín Díaz. Entre esas canciones populares se encuentra "Estaba el señor Don Gato" que Gloria Fuertes convirtió en "Estaba el señor Don Libro". Tal vez su origen sea un romance sefardí del tiempo en el que los judíos españoles expulsados de la Península se instalaron en el norte de África donde recuperaron su estructura comunitaria, como la educación, los servicios sociales y una lengua propia, el "haquetía", cuya base es el español arcaico mezclado con algunos vocablos hebreos y árabes.
 
Esta es la voz de Joaquín Díaz (en la tercera foto):
 
Este es el poema de Gloria Fuertes de la foto de Miraflores:
 
"Don Libro está helado". 
 
"Estaba el señor Don Libro
sentadito en su sillón;
con un ojo pasaba la hoja,
con el otro ve televisión.
 
Estaba el señor don Libro
aburrido en su sillón,
esperando a que viniera...
algún pequeño lector.
 
Don Libro era un tío sabio,
que sabía de luna y de sol,
que sabía de tierras y mares,
de historias y aves,
de peces de todo color.
 
Estaba el señor don Libro
tiritando de frío en su sillón;
vino un niño,
lo cogió en sus manos
y el libro entró en calor".
 
Y aquí está Gloria Fuertes hablándonos en este último domingo de julio. En fin, todo esto es una parte de nuestra literatura, de nuestra música, de nuestra historia:
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario