Me gusta tomarme un té con leche en una terracita y que los niños de un colegio pasen por delante cantando y gritando, como ocurrió ayer. Me gusta verlos sonreír y hacer el tonto, algo que yo también llevo haciendo desde que era niño. Puedo ser el tipo más intelectual del mundo, pero sigo sin olvidarme de Peter Pan o de la película de Tryrone Power haciendo de "El zorro". ¿Quién no ha querido ser en alguna ocasión el espadachín con antifaz que vence al malo y logra que vuelvan la justicia y la libertad? Y hasta me gusta escuchar a Perales cantando con los niños. Una vez tuve una novia a la que le gustaba mucho Perales. Es verdad que fuimos novios poco tiempo. Nos conocimos en un viaje de autobús desde Madrid a Asturias, y nos hicimos novios, pero solo durante el tiempo que tardé en subir en ese autobús a los lagos de Covadonga con ella y bajar en otro asiento hablando con otra chica. No sé porqué, pero no me volvió a hablar.
Siempre que escucho esta canción me acuerdo de ella:
No hay comentarios:
Publicar un comentario