Creo en la diversidad o, mejor dicho, en la biodiversidad. Y por eso ayer me tomé un café al lado de Chueca, el corazón del barrio gay de Madrid, y también por eso escribí un libro sobre Medio Ambiente en el año 2000, entre otras cosas para que no se nos mueran las abejas, jeje. A lo largo de mi vida me han tirado los tejos tanto los heterosexuales como los homosexuales, algo que me ha resultado hermoso. ¿Hay algo más hermoso que el amor y la atracción entre unos y otros? Mientras sacaba esta fotografía y un grupo de chicas hacía un reportaje para una firma de modas, recordé esta canción de los 60:
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