Pero la cosa no pasó de un café con leche y una tostada con aceite y tomate, en este Café que está al lado de Chueca.
En fin, hay que ir aceptando la edad. O como dijo Miguel Hernández en su obra de teatro, "Quién te ha visto y quién te ve y sombra de lo que eras". Esta obra la publicó Hernández el año 1934 en la revista Cruz y Raya que dirigía Bergamín. Sus fuentes son sus apasionadas lecturas de juventud de los clásicos, desde poemas bíblicos como el "Cantar de los cantares", pasando por la poesía mística española del Siglo de Oro, como el "Cántico espiritual" de Juan de la Cruz, y llegando al estilo culterano y conceptista de Góngora, Quevedo y Calderón. Otras influencias fueron "Angélica" de Azorín, "El divino impaciente" de Pemán y "Mangas y capirotes" de Bergamín.
Y ahora escucho "Don´t Stop Me Now", antes de irme a clase, ya que para eso soy un escritor posmoderno de este siglo XXI, y en mi cabeza se mezclan todos los géneros y todas las artes, como me dijo mi maestro García Berrio tras leer una de mis novelas:
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