martes, 20 de septiembre de 2022

"¿Se puede vivir sin pasión?"

El otro día me enteré de la muerte de la actriz griega Irene Papas por un post que escribió la también actriz María Rodríguez Velasco. En seguida recordé su historia de amor/pasión con Marlon Brando. Sencilla, arcaica, de figura dórica, su nombre real era Irene Lelekou y nació en 1929 en Chiliomodi, Corinthia. Su adolescencia la llevó a Atenas, y asistió a clases en la Escuela Nacional de Teatro Clásico. A los 18 años se casó con el escritor Alki Papas; el matrimonio duró poco pero ella mantuvo el apellido. Partidaria del partido comunista griego, se opuso abiertamente a la dictadura militar que gobernó el país entre 1967 y 1974.
 
Brando y ella se conocieron en 1954 en un encuentro que derivó en una tormentosa historia de amor, como señaló en 2004 en el diario italiano "Corriere della Sera". Ella tenía 24 años, viajó a Roma y allí se encontró con Brando, de 30 años. Nadie se enteró de la relación. Como reveló luego: "Quería mucho a Brando y me preocupaba por él. Era la gran pasión de mi vida". Se separaron, pero nunca dejaron de escribirse y en 1999, cuando el actor volvió a Grecia, ella admitió que seguía enamorada de él. 
 
La actriz tenía Alzheimer desde hacía casi diez años, pero seguro que en lo más profundo de su mente y de su corazón lo veía a su lado. 
 
Y a lo mejor, en alguna parte, aún escucha esta música, quizá en este mismo momento, un hermoso martes a punto de que llegue el otoño lleno de pasión:
 

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