sábado, 3 de septiembre de 2022

"La alondra de Lorca".

Este pasado mes de agosto alguien robó la alondra que Lorca tiene entre las manos en la escultura de bronce de Julio López, en forma de homenaje a su obra de teatro "Yerma". La alondra representa la fertilidad de la primavera, y es una hermosa metáfora. Supongo que quien se la llevó es un enamorado de la literatura y quiere tenerla en su casa. Ayer por la mañana me di una vuelta por la Plaza de Santa Ana, me hice la fotografía, pero la alondra sigue sin estar. Entre mis "Cuentos de los viernes" hay uno sobre la alondra y de ello también hablo en la entrevista en Periodista Digital con relación a mi novela "Las mentiras inexactas" (2012), ya que uno de sus leitmotiv es esa alondra.

Este es el cuento:
 
"Lorquianamente o sea desesperadamente (a cámara lenta)". 
 
"Les sacó una fotografía junto a la estatua, sumergidos en el mar de cerveza en el que se había convertido aquel lugar. 
 
El escultor quiso homenajear al poeta con la imagen de la alondra, dijo ella tras besar al viejo en la mejilla y guardar el móvil en el bolso. Esa alondra representa el sueño de ser padres, añadió con un imprevisto rictus de tristeza. Llegará la primavera, dijo él intentando besarla, y entonces la mujer se llenará de gozo. Ella apartó la cara, se volvió y fijó la mirada en la figura de bronce. ¿Qué nos está ocurriendo?, dijo él, observando el rostro del poeta. Supongo que lo mismo que a otras parejas, respondió ella, mientras se encaminaba hacia la puerta del teatro como si volara. Una vez dentro se dirigieron a la cafetería. Hace mucho que no me dices que me amas, dijo él entre balbuceos. Es verdad, susurró ella, hace mucho que no te digo que te amo. Tal vez porque sólo necesito quererte, le brilló a él la mirada. Tal vez…, dijo ella con la mirada perdida. En ese momento apareció el viejo y les dijo que estaría encantado de hacerles otra fotografía. Pero lo mejor sería que subieran a la cuarta planta del edificio; desde allí había una vista magnífica.
 
Al regresar a casa esa noche, observaron con más cuidado
la fotografía. Detrás de ellos había un busto del poeta con la misma alondra de la plaza sobre sus manos.
 
Y parecía sonreírles".
 
("Cuentos de los viernes", 2015, Bartleby, p. 41).
 
Y esta es la entrevista en Youtube:
 

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