martes, 20 de julio de 2021

"Ayer me sometí al juicio sumarísimo de tres psicólogas, y eso que faltaba la cuarta".

Quedamos a almorzar en la terraza del Café de Oriente, al lado del Teatro Real, donde están poniendo la "Tosca" de Puccini, y enfrente del Palacio Real y, aunque nos faltaba la extremeña María Rodríguez Velasco, me reuní con la mallorquina Maria Elena Gayan (que hizo la reserva y venía de Marbella camino de su casa), la onubense Silvia Ramos y la madrileña Almudena Mestre. El pasado enero las cuatro prepararon una tertulia on line del Café Gijón donde relacionaron la psicología con la creación literaria, y ayer me psicoanalizaron entre copas de vino blanco. Freud, Jung y Lacan salieron a relucir en esta conversación, así como todas mis represiones, mi papel como típico hombre "castrado", el "histerismo" de todo seductor y el papel que ocupa el "ello" en mi vida. Por supuesto, todo esto desde un punto de vista científico. En particular me interesó mucho el concepto de Jacques Lacan "sujeto supuesto saber" que utilizó Elena y después me explicó Slvia en el taxi. Es como define Lacan al psicoanalista porque dice que el paciente le supone un saber sobre sí mismo. En realidad el paciente fantasea que el psicoanalista lo sabe todo de él, cuando es más bien al contrario. Es el paciente quien tiene el saber sobre sí mismo y el psicoanalista tan solo el medio que facilita que la persona llegue a ese saber. Después de levantarme del cómodo y metafórico diván, no tuve más remedio que acabar con un sorbete helado de mandarina y champán.
 
Hablamos de muchas cosas porque son personas encantadoras e inteligentes, y en cierto momento Elena leyó un poema que cantaba Georges Brassens, "Les passantes" o las transeúntes (dedicado a las mujeres que hemos amado). Es de 1911 y fue publicado en 1918 por el poeta francés Antoine Pol en "Émotions poétiques". Brassens lo popularizó tras descubrirlo en 1942 en una librería de segunda mano, y aquí lo canta Francis Cabral:
 
Quizá la vida no sea otra cosa más que tomarse contigo un sorbete de mandarina y champán.
 

 

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