Hace unos días estaba leyendo un artículo y al final del mismo me encontré con esta ecuación:
Catulo Lucrecio
_________ = __________
Lesbia X
No recuerdo si se trataba de un artículo de Literatura, de Física, de Historia o de Filosofía, pero no me gusta dejar sin despejar ninguna incógnita dentro de una ecuación matemática. Ya sabemos que el gran amor de Catulo fue Lesbia y que a ella le dedica varias de sus Canciones (son las "Catulli Carmini"), como la número 64 de la que me tuve que examinar en su día con mi maestro García Barrio en la asignatura de Crítica Literaria II. Y qué decir de la 85 con el "Odi et amo". Supongo que con este tipo de textos los hombres y mujeres aprendimos a amar y a odiar al mismo tiempo. Lo que desconozco todavía es lo que pensaba Lucrecio cuando escribió este libro, así que se lo pedí a los Reyes Magos, que siempre se portan muy bien. Necesito sumergir mi mente en las profundidades de la mente de un señor del siglo I a.C.; solo así podré considerarme un escritor de este siglo XXI que me ha tocado en suerte.
Dicho esto, y mientras me tomo un café también procuro escuchar a compositores de música clásica minimalista de mi época, con una gran preparación técnica, como este ingeniero alemán nacido en 1970:
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