lunes, 28 de marzo de 2022

"La flecha del tiempo".

La entropía es la ley por la que se rigen procesos que consideramos irreversibles, pero no porque exista una fuerza física que obligue a las partículas a comportarse de esa manera; sino porque es lo más probable que suceda.

Ayer despedimos a mi maestro en el mundo de la Economía. Tenía 79 años, aunque es verdad que en los últimos años no lo pasó bien. Ayer estuve con su mujer, con sus hijos y nietos. Una de sus nietas, María, es alumna mía en este momento en la Facultad. Mientras me tomo el primer café del día pienso en esta forma curiosa que tiene la Naturaleza de comportarse, como si se tratara de un círculo que se realimenta siempre a sí mismo. Luis Rodríguez Sáiz, catedrático de Política Económica de la Universidad Complutense, me dio clase en el CUNEF en 5º de Carrera, después me dirigió la tesis doctoral "El venture capital como instrumento de financiación en España", y escribimos muchos artículos juntos. En parte debo la Cátedra a sus enseñanzas, a la rigurosidad con la que lo trataba todo. También me enseñó a ser riguroso con mis libros de literatura. Siempre me decía que había que buscar la excelencia, tanto en lo intelectual como en el comportamiento con los demás. Luis me abrió muchas puertas y siempre se lo agradecí. Otra cosa que aprendí de él es que hay que ser agradecido y vestirse por los pies, algo que también aprendí de mis padres. La entropía permite establecer la "flecha del tiempo". El universo evoluciona siempre a ese estado de menor información o de destrucción de la información. De alguna manera es más sencillo destruir que construir, y separar el pasado del futuro. 
 
Seguiré enseñando mi particular forma de ver el mundo a María, de construir el mundo. 
 
Lo aprendí de su abuelo, mi maestro.
 

 
 

 
 

 

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