sábado, 12 de marzo de 2022

"Reading is sexy".

Hoy me recuerda esta red social esta foto. La verdad es que cada vez me hago más viejo y me veo menos sexy, jeje, pero creo que el mensaje sigue siendo el mismo. Como dijo Alma Mahler, la cabeza de Sócrates es hermosa.
 
Hace un tiempo un conocido escritor y crítico literario me comentó, mientras paseábamos por la Glorieta de Bilbao, que eso que se dice de que se liga más siendo escritor es una leyenda urbana, ya que él no ligaba ni escribiendo ni dejando de escribir. Sonreí, me encogí de hombros y continuamos nuestro paseo. Ligar es lo más sencillo del mundo, le dije. Se puede ligar en la marquesina del autobús, dentro del Metro, en el AVE, esperando que despegue el avión, leyendo en una biblioteca, tomándote una copa de champán en el descanso del concierto o paseando por cuaquier caso de este país o de cualquier país. Me parece que el secreto de ser sexy radica únicamente en la inteligencia. 
 
"A ti no hay por dónde cogerte", me dijo una amiga hace poco por aquí. 
 
Ahora, mientras me tomo un café, pienso que quizá la mejor forma de cogerme sea bailando un tango, una de las cosas más sexys que conozco:
 
Sí, reading is sexy.
 
Y comerse la vida día tras día, valorar cada cosa pequeña, las gotas de lluvia deslizándose por la piel, el humo de la chimenea, la novela que has releído decenas de veces, el poema de amor de Neruda que nunca olvidarás, el tercer movimiento de la Sexta de Mahler, la rosa púrpura de Woody Allen. 
 
Y tu cuerpo y mi cuerpo bailando en las camas y las azoteas de Madrid y París.
 

 

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