La tertulia de mañana será on line (18.30) y en ella la catedrática de literatura francesa de la Universidad Complutense Lourdes Carriedo analizará la obra de la Premio Nobel de este año Annie Ernaux, al no poder intervenir por cuestión de tiempo en la anterior tertulia sobre la escritora francesa. Ernaux es de las escritores contemporáneas que me ha llamado realmente la atención, pues por fin aporta algo a la literatura actual (con Nobel o sin él), con su "escritura plana" o la confluencia de la autobiografía, la sociología y la memoria colectiva. Quiero escuchar a Carriedo, después de haberlo hecho con Dolores Picazo, ambas discípulas de Javier del Prado.
Los dos cuadros son de la pintora Dorothea Tanning (Illinois, 1910 - Nueva York, 2012), que además de pintora fue ilustradora, escultora y escritora. Diseñó decorados y trajes para ballet y teatro, y aunque murió en Manhattan, vivió parte de su vida en París. "Birthday" es un autorretrato de Tanning, y aparece citado varias veces en la obra de Ernaux, como en "Los años", libro del que nos hablará Carriedo, y aunque la tertulia no tratará sobre ella, anoche me dormí leyendo cosas al respecto. Como que esta pintora surrealista estuvo casada con Max Ernst. Él tuvo varias mujeres, pero Tanning fue la definitiva. Ambos compartían su pasión por las formas de arte surrealistas y, contradictoriamente, también por uno de los juegos de mesa donde manda la lógica, el ajedrez. En "Birthday" todo me parece que está en movimiento. Detrás de la puerta invisible hay otra puerta y no se puede mostrar qué es realmente. Lo que quizá pida Tanning es que dejemos la "puerta abierta" a la imaginación. El enigma es positivo pues alienta al espectador a mirar más allá de lo obvio y lo común. Dentro de aquel marco surrealista, donde los críticos percibían que las mujeres artistas tenían un papel pasivo, Tanning fue clave para desafiar las ideas preconcebidas y definir ese surrealismo. Tal vez por todo esto el cuadro era tan importante para Ernaux. Esperaré a ver qué nos dice la profesora en la tertulia. El otro cuadro es uno de los más famosos de Tanning, su "Pequeña Serenata Nocturna", un ejemplo inquietante, imposible y a la vez sugerente. Como si de "El resplandor" de Kubrick se tratara, dos niñas gemelas, una rubia y otra morena, aparecen en el largo pasillo de un hotel donde todas las puertas están cerradas, excepto una entreabierta. Domina la luz y el resplandor al final. Vemos un girasol deshojado, que una de las niñas toma el sol y la otra tiene el pelo ingravido en dirección hacia el techo.
Y como la mente de Kubrick siempre me ha interesado mucho, esta mañana me apetece escuchar esta música, antes de irme a clase. Al fin y al cabo lo que más me interesa es analizar los secretos del alma humana:
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