sábado, 4 de septiembre de 2021

"Una o dos historias de amor".

Hace unos días paseaba por un lugar que parecía suspendido en el tiempo. Me metí por un callejón y me pareció escuchar una voz.
-¡Es ella, es ella, que lleva alas en los pies y huye como una sombra! -dijo esa voz, y se precipitó en su busca, separando con las manos las redes de hiedra que se extendían como un tapiz en los álamos. Llegó rompiendo por entre la maleza y las plantas parásitas hasta una especie de rellano que iluminaba la claridad del cielo... ¡Nadie! -¡Ah!, por aquí, por aquí va -exclamó entonces.- Oigo sus pisadas sobre las hojas secas, y el crujido de su traje que arrastra por el suelo y roza en los arbustos; -y corría y corría como un loco de aquí para allá, y no la veía. -Pero siguen sonando sus pisadas -murmuró otra vez;- creo que ha hablado; no hay duda, ha hablado... El viento que suspira entre las ramas; las hojas, que parece que rezan en voz baja, me han impedido oír lo que ha dicho; pero no hay duda, va por ahí, ha hablado... ha hablado... ¿En qué idioma? No sé, pero es una lengua extranjera (...)"
 
Al salir la voz se transformó en una canción:
 
"Quedo implorando mis canciones
A ti a través de la noche;
Abajo, en la tranquila arboleda,
¡Amada, ven a mi lado!
Murmurantes, esbeltas copas susurran
A la luz de la luna,
El acecho hostil del traidor
No temas, tú, amada.
¿Oyes gorjear a los ruiseñores?
¡Ay! Ellos te imploran,
Con el sonido de dulces quejas
Imploran por mí.
Comprenden el anhelo del pecho,
Conocen el dolor del amor,
Conmueven con los argentinos sonidos
A todo tierno corazón.
Deja también conmoverse tu pecho,
Amada, escúchame;
¡Trémulo aguardo el encuentro!
¡Ven, hazme feliz!"
 
 
La voz era la de Manrique, el protagonista de "El rayo de luna" de Bécquer. El poema es del escritor alemán Ludwig Rellstab. Forma parte de una de las últimas obras de Franz Schubert, "El canto del cisne", 1828.
 
La fotografía es mía, la de un romántico empedernido.
 

 

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