"He leído muchos libros de José Luis García Barrientos durante la carrera de Arte Dramático en la RESAD (Real Escuela Superior de Arte Dramático) y lo he seguido haciendo hasta hoy. Es una de las personas más estudiosas y conocedoras del mundo del teatro en España y en el extranjero".
Esto me lo escribió ayer la joven actriz Gracia Hernández antes de la tertulia. Una de sus profesoras, Marga Piñero, es amiga de José Luis. En los últimos días he hablado con varias personas vinculadas al mundo del teatro y todas me han dicho cosas parecidas de José Luis. Por ello la conversación sobre su último libro, "Anatomía del drama. Una teoría fuerte del teatro" (2020, Punto de Vista Editores) se preveía apasionante. Así hablamos de las últimas tendencias en el teatro, que intenta centrarse más en su contenido realista que en el ficcional. De la paulatina desvinculación de su parte literaria, con el magisterio del escritor, y el dominio del director o el escenógrafo del hecho teatral. De la crisis que está originando la situación de pandemia actual. Hablamos de los cuatro elementos esenciales que analiza José Luis en su libro, el espacio, el tiempo, el personaje y el público. Y poco a poco todos los tertulianos empezaron a intervenir, como he tratado de enseñar con la paulatina incorporación de las fotografías. Nuestra actriz María Rodriguez Velasco, que ha leído el libro, le preguntó sobre el uso de ciertos elementos audiovisuales y del propio silencio (Beckett y Handke, por ejemplo, tienen obras sin palabras). Nuestro Javier del Prado Biezma aportó su experiencia y conocimientos para vincular el teatro a la Universidad y a los planes de estudio. Mariwan Shall se refirió a las posibles "refutaciones" del dominio del lenguaje teatral puestas de manifiesto por Aristóteles con las rupturas de Beckett, Brecht, Ionesco y Brook. Mi ex alumno David Blanco se interesó desde Santiago de Chile por las poéticas teatrales esenciales a partir del arte de la comedia de Lope (lo que, por cierto, me cayó en un examen en su día). Presina Pereiro habló de la situación del teatro y el momento socio económico que vive el mundo. Isabel Montero Garrido introdujo una cuestión apasionante al preguntar por el papel de la autoficción en el teatro actual, lo que dio pábulo al análisis por parte de José Luis de la imposibilidad de lo autobiográfico en el teatro. Y escuchamos a María José Muñoz Spínola, Miguel Ángel Yusta, Francisca Arias y Almudena Mestre, y sus agudas preguntas. A mi querida Charo Alonso Panero tuve que quitarle el micro por los ruidos que llegaban desde La Laguna (ayer hice yo de Peter Redwhite, lo que me llevó a terminar con la tertulia después de 2 horas y cuarto de charla apasionante).
En cierto momento comenté que el día anterior había paseado por un barrio de Madrid que me gusta mucho, el Paseo de la Florida, junto a un bonito río Manzanares, la ermita de Santa Antonio de la Florida pintada por Goya y esa sidrería asturiana maravillosa, Casa Mingo. Allí se encuentra el Teatro San Pol, donde se representan obras infantiles, uno de los sitios que más visitó mi hijo de pequeño. Y lo que vi fue a muchos niños entrando en el teatro para ver una representación de Pinocho.
Tal vez el teatro sea la última de las Bellas Artes que desaparezca con el dominio de Internet y de las redes sociales, por una sencilla razón.
Las personas necesitan verse y abrazarse, y decírselo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario